La Ley de Libertad Religiosa que tiene España tiene ya 37 años. Para Joan Tardà, el portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya en el Congreso de los Diputados, se trata de una norma "obsoleta".

ERC lleva esta ley a debate al Congreso y pide a las izquierdas que le ayuden a modificar la normativa. 

"Conciencias no religiosas": es jerga clave masónica
Tardà insiste en que la ley de 1980 no incluye o no protege "otras opciones de conciencia no religiosas" y "otras opiniones de conciencia diferentes a la religiosa". 

Esta es una frase clave en los ambientes masónicos, que se presentan a menudo como una "espiritualidad no religiosa" y como una "opción de conciencia" no religiosa.

ERC ha sido tradicionalmente uno de los partidos con mayor porcentaje de políticos miembros de logias masónicas.

"Debe garantizarse la igualdad de trato de todas las opciones de conciencia, para garantizar la libertad de pensamiento, sean o no carácter religioso", apunta la iniciativa, firmada por el portavoz del partido, Joan Tardà.

Para Tardà, la "laicidad" debe mencionarse "no sólo para regular la libertad de pensamiento y conciencia, sino también para actualizar una ley obsoleta de libertad religiosa sobre la base y con sometimiento, sobre todo, al principio de igualdad y de libertad". 

Ha animado al PSOE, e "incluso" a Ciudadanos, a votar, el próximo martes, a favor de la creación de una nueva ley que "asegure" la libertad de pensamiento... como si España careciera de esta libertad.



Blasfemia y protección de los sentimientos religiosos
También ha pedido la revisión del Código Penal, pues "parece mentira" -dice- que haya cinco artículos relativos a la blasfemia "en el siglo XXI". 

Lo cierto es que en España hay numerosas agresiones groseras y blasfemas contra los sentimientos religiosos de los ciudadanos, a menudo con dinero público, y casi nunca acaban con ninguna condena penal porque es muy difícil demostrar un efecto psicológico: la voluntad directa y explícita de querer dañar el sentimiento religioso de las personas.

La ley actual, modelo para otros países
El ministro de Fomento, Íñigo Gómez de la Serna, del PP, ha defendido la Ley de 1980 porque, dijo, es «un caso de éxito, de gestión de la diversidad religiosa» y que es «absolutamente falso» que los ciudadanos en España no tengan libertad de pensamiento o de conciencia. Subrayó que el ordenamiento jurídico «garantiza sus derechos».

El ministro insistió en que «no está justificado un cambio de normativa. El modelo español se ha convertido en un ejemplo de neutralidad y aconfesionalidad y no supone ninguna discriminación. Además, es «un modelo de referencia en otros países en las relaciones entre el Estado y la religión».

Como el PP no tiene mayoría en el Congreso, si Ciudadanos se sumara a los partidos de izquierdas la Cámara podría pedir cambios en algunos aspectos de la ley. 

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En este breve vídeo, el autor de "Por qué dejé de ser masón" explica que la masonería funciona como una religión porque tiene dogmas