Cinco años después del asalto a la capilla de Somosaguas, de la Universidad Complutense, y pese al juicio hace unos meses que condenó a pagar 4.300 euros a la portavoz de la izquierda radical de Ahora Madrid, Rita Maestre, vuelven los ataques contra los espacios de culto católicos en la universidad, y en plena campaña electoral.

En algún momento entre la tarde del martes y las 8 de la mañana del miércoles, unos desconocidos entraron en la capilla del campus de Cantoblanco de la Universidad Autónoma de Madrid (en la calle Freud, 7).

Primero pintaron en la fachada la frase "Educación laica". Después echaron pintura roja acrílica en el suelo, bancos y paredes, el sagrario y las imágenes religiosas. También en el interior pintaron eslóganes a favor del laicismo y el aborto, y el símbolo feminista. Por último,  esparcieron diversos folletos reivindicativos.


Pintadas laicistas y abortistas en la capilla del campus de Cantoblanco 

Las primeras diligencias policiales las ha tramitado la comisaría de Fuencarral-El Pardo, aunque no se descarta que tome la investigación la Brigada de Información de Madrid.

El capellán del oratorio se encontró los desperfectos y las pintadas en esta mañana de miércoles.  En la capilla hay misa cada día laborable a las ocho y media de la mañana, y se confiesa cada tarde. 

La universidad ha adelantado que cuando finalice la investigación policial «se abrirá una investigación y se tomarán medidas» de carácter universitario. La universidad detalla que aunque cuenta con vigilantes privados se trata de un campus muy extenso y de un edificio que apenas se utiliza para otros usos.

Precisamente, en el mismo día la Conferencia Episcopal Española ha publicado un comunicado condenando el cartel blasfemo en Valencia que se mofa de la Virgen de los Desamparados y la Virgen de Montserrat y señalando que no se trata de un detalle aislado sino que "es, por desgracia, un episodio más de una espiral que atenta al legítimo ejercicio de la libertad religiosa, así como a la libre predicación del Evangelio en una sociedad plural".

El asalto de Cantoblanco parece reforzar la idea de la "espiral".