Desde que llegó la crisis económica a España, Cáritas ha aumentado un 50% su número de voluntarios y otro 50% los fondos dedicados a asistencia. Eso ha sido posible gracias a la creatividad de las innumerables Cáritas parroquiales del país. 

Un ejemplo está en la localidad gallega de Cea (1.300 habitantes, en Vilagarcía de Arousa, Pontevedra) cuyo mercadillo solidario parroquial es ya un clásico entre los vecinos y permite recaudar fondos para ayudar a 15 familias de la zona que pasan dificultades. 

El "truco" para que sea especialmente eficaz la recaudación es realizarlo durante 3 días y coincidiendo con el Día de Difuntos, cuando la gente acude al cementerio de la población. Allí los voluntarios ofrecen café con dulces caseros (que se agradecen con el frío) y velas (que siempre hacen falta en día tan señalado). Esos dos productos, en el sitio clave (junto al cementerio) y en esa fecha recaudan buena parte de los ingresos que ayudarán a los necesitados.

Según explicaba El Faro de Vigo también se venden todo tipo de cosas en el mercadillo para Cáritas: ropa, libros, juguetes, artículos de regalo... Los juguetes son los objetos que se venden mejor.

"Trabajamos mucho, pero estamos muy contentas por la respuesta de la gente. Teníamos las cuentas de la parroquia a cero y ahora contamos con dinero para ayudar a las familias necesitadas, dar una donación a Cáritas Interparroquial, destinar una parte a la parroquia y ayudar con los gastos extraordinarios de las próximas fiestas", explicó una de las catequistas de la parroquia de Cea.