Este sábado por la mañana fueron beatificados en la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona 16 mártires del bando frentepopulista durante la Guerra Civil española.

Se trata de 9 religiosos de la Congregación de San Pedro ad Vincula y 3 laicos protectores suyos, 3 religiosas de la Congregación de Hermanas Capuchinas de la Madre del Divino Pastor, y 1 religiosa de la Congregación de Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones.

La suma de personas asesinadas por el Frente Popular entre 1936 y 1939 y reconocidos oficialmente como mártires por haber muerto "en odio a la fe" suman ya 1891.

Presidió la ceremonia el cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. Concelebraron los cardenales Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, y su predecesor Lluís Martínez Sistach, así como los dos obispos auxiliares de la diócesis, Sergi Gordo y Antoni Vadell.

En su homilía, el cardenal Becciu reconoció en los mártires "un modelo a imitar": "Estos testigos de la fe vivieron con generosidad y coraje los valores de la vida religiosa, lo que provocó el ensañamiento de sus perseguidores". Paradójicamente, subrayó, "la gloria de los mártires permanece, mientras que los regímenes de persecución pasan".

"Esta es la victoria", añadió el cardenal, "que ellos obtuvieron en aquel tiempo, un tiempo caracterizado por un clima de persecución de aquellos que se declaraban miembros de la Iglesia católica, fueran consagrados o fieles laicos. Los nuevos beatos eran fieles a la Iglesia y por eso sembraban el bien tanto en las parroquias, como en los colegios donde enseñaban o en tantas otras actividades que ejercían según su condición. En el momento supremo de su existencia, cuando debían confesar la propia fe, no tuvieron miedo: aceptaron la muerte, ya que no negaron su identidad como religiosos, religiosas o laicos comprometidos. El motivo por el que los mataron fue únicamente religioso, determinado por el odio de los opresores hacia la fe y la Iglesia católica".

Este domingo, a las once de la mañana y en la misma basílica, tendrá lugar una misa de acción de gracias por la proclamación de estos beatos, cuyo proceso diocesano concluyó en 2010.

Los miembros beatificados de la congregación de San Pedro ad Vincula son el padre Teodoro (Cirilio) Illera del Olmo y los hermanos Joaquin (Jacinto) Gómez Peña, Máximo (José) Franco Ruiz, Bernardo (Emilio) Puente González, Estanislao de Kostka (Ismael) Tajadura Marcos, Ángel de la Iglesia Ocina, Ricardo (Albino) Guerra Villaizán y Acacio María Calleja Santamaría, además de sus laicos protectores Gregorio Díez Blanco, Camila Díez Blanco y Eliseo Moradillo García.

Las cuatro religiosas mártires beatificadas son las hermanas Andrea (Ramona) Solans Ballesté, María Auxilio (Josefa) Noguera y Patrocinio (María) Vilanova, de las Capuchinas de la Madre del Divino Pastor, y la Madre Carlota de la Visitación Duque Belloso, de las Franciscanas de los Sagrados Corazones.