Un sondeo del diario La Razón entre los ciudadanos españoles (400 entrevistas, margen de error de 5%) revela la altísima popularidad de la que goza el Papa Francisco en España. En un país donde cada domingo acude a misa entre un 20% y un 23% de la población, puntúan al Papa Francisco con un 7,7 sobre diez.

Las puntuaciones varían según la edad (que también tiene que ver con la práctica religiosa), pero en todos los grupos supera muy de lejos el aprobado: 


De 18/29 años: 6,7
De 30/44 años: 7,1
De 45/64 años: 7,3
65 y más años: 8,5
Nota media: 7,7

No es fácil conseguir una nota tan alta de la ciudadanía española, y la mejor forma de demostrarlo es compararlo con los dos hombres que supuestamente reúnen la confianza de los votantes para gobernar o pilotar la oposición política: el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el jefe de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Según los datos del CIS de abril 2013, los españoles ponen una nota de 2,4 sobre 10 a Mariano Rajoy; y de 3 puntos a su opositor, Alfredo Pérez Rubalcaba, líder del Partido Socialista.

Por lo tanto, el Papa saca una nota que triplica la de Rajoy y multiplica por 2,5 la de Rubalcaba.

De hecho, en esos mismos datos del CIS se constataba que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy sólo inspira "mucha o bastante confianza" a un 12,4% de encuestados.

El líder de la oposición, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, inspira "mucha o bastante confianza" apenas a un 8,5% de españoles.


Según el Barómetro del CIS de abril de 2013, la confianza de los españoles en la Iglesia Católica en los últimos años se mantiene estable mientras que los partidos políticos, pese a su acceso a los medios de comunicación, las administraciones y el poder están en lo más bajo de la confianza de los españoles.

De hecho, los españoles ponen a la Iglesia Católica un 3,56, mientras que a los partidos políticos le otorgan casi la mitad: con un exiguo 1,83, son la institución peor valorada por los ciudadanos.

Si comparamos con un barómetro de antes de la crisis económica (hemos elegido el de octubre de 2006) vemos que hace 7 años los ciudadanos ponían un 3,4 a los partidos, mientras que la Iglesia era puntuada con un 3,8.