Los grupos políticos del PP, PSOE y UPyD del Ayuntamiento de Madrid quieren declarar "festejo popular" de Madrid los actos del Orgullo Gay.

Si el Pleno lo aprueba, tendrán la misma calificación institucional que las fiestas de San Isidro, La Paloma, San Antonio de La Florida o el Dos de Mayo.

Hasta el 26 de julio, se ha abierto un periodo de alegaciones, para que los ciudadanos expongan su punto de vista sobre la propuesta.

La Junta Municipal del Distrito Centro de Madrid, presidida por el concejal Enrique Núñez, activó el pasado 26 de junio el procedimiento para declarar, por la vía de urgencia, el programa del Madrid Orgullo Gay (MADO) como “festejo popular”. La iniciativa contó con los votos favorables de PP, PSOE y UPyD. Se abstuvo IU.

En la mañana de hoy miércoles 25 de julio, Ignacio Arsuaga, en nombre de la organización HazteOir.org y MasLibres.org, ha presentado al Ayuntamiento de Madrid 25.365 alegaciones firmadas por 25.365 ciudadanos al procedimiento de declarar Orgullo Gay de Madrid (MADO) como "festejo popular".

La declaración de “festejo popular” de una actividad privada tan controvertida como esta conllevaría excepciones a la ordenanza municipal sobre ruidos, ayudas económicas a cargo del presupuesto sostenido por todos los madrileños y otra serie de ventajas para los organizadores.

Desde la plataforma por la libertad religiosa MásLibres.org, se denuncia que para que una determinada actividad sea beneficiada por una declaración de “festejo popular”, debe ser una fiesta de todos, con arraigo social, cultural e histórico, y no un evento privado de un sector minoritario que promueve ofensas a las creencias y símbolos religiosos de los demás, como es patente y notorio.

Se da la circunstancia de que no es la primera vez que MásLibres.org se moviliza ante decisiones del Ayuntamiento de Madrid, como cuando presentó más de 40.000 peticiones para que se retirara la imagen “Infierno” de la muestra “Camerinos” exhibida en el Teatro Español, en la que un actor aparece desnudo mientras le maquillan y con una imagen del Cristo de Velázquez sobre los genitales.

Fruto de aquella movilización ciudadana, Ana Botella expresó el pasado 26 de enero su “compromiso personal” de que “no vuelva a ocurrir” que con dinero público “se ofenda a las creencias de nadie”.

“La próxima semana la alcaldesa de Madrid tiene la oportunidad de dar la medida del valor de su palabra”, señalan desde MásLibres.

Las alegaciones presentadas tienen, casi todas, un texto común, que reporducimos a continuación:

«Señora Alcaldesa de Madrid:

»El Madrid Orgullo Gay acoge expresiones de intolerancia religiosa y ofensas hacia las creencias, instituciones y símbolos cristianos con los que se identifica una parte probablemente mayoritaria de la población.

»Las burlas e incitaciones al odio religioso son variadas y perseverantes, año tras año, en los actos del ´Madrid orgullo gay´. Están sobradamente documentadas (pincha aquí para ver una muestra de fotos) y son publicas y notorias como muestras de la intolerancia que constituye la naturaleza misma de esa celebración de origen privado que, por lo que denuncian reiteradamente vecinos del Centro, también resulta insalubre y molesta.

»Le solicito a Ud. que cumpla su palabra de no financiar ofensas a los sentimientos religiosos y que el Pleno Municipal rechace la propuesta de la Junta del Distrito Centro de declarar "festejo popular" el programa del "Madrid orgullo gay", por constituir este un foco de ataques a la libertad religiosa garantizada por el artículo 16 de la Constitución Española y el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos que vincula a España».