En la rueda de prensa de presentación de las conclusiones de la 99 Asamblea Plenaria de la CEE, el obispo secretario general y portavoz, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, fue preguntado por la polémica generada tras la homilía del obispo de Alcalá de Henares, monseñor Juan Antonio Reig Pla, en los santos oficios del Viernes Santo y transmitida por la 2 de TVE.

Monseñor Martínez Camino ha calificado la polémica de “injusta, indocumentada, ficticia y motivada por determinados interés políticos”. Una polémica así, según el portavoz de la CEE, “no merece ser tratada con seriedad en una asamblea plenaria de la CEE”. “Es lamentable –añadió- que se organicen polémicas así, que además afectan al derecho a la libertad de expresión” y en este caso al legítimo derecho y deber de un obispo de la Iglesia para ejercer su misión y predicar la doctrina católica.

Sobre las personas objeto de la polémica, monseñor Martínez Camino ha reiterado que la Iglesia no condena nunca a ninguna persona ni a ningún colectivo de personas. “Toda persona es objeto de respeto, su dignidad es inviolable”. Asimismo ha afirmado que durante la asamblea plenaria ha visto "bien" a monseñor Reig.

Preguntado por otra periodista sobre su valoración de la homosexualidad y si es enfermedad o no, monseñor Martínez Camino recordó la doctrina de la Iglesia, expresada y reiterada en distintos documentos, entre otros el Catecismo de la Iglesia Católica y según el cual “las relaciones homosexuales son objetivamente desordenadas”. Como lo son las relaciones sexuales fuera del matrimonio, que provocan situaciones de adulterio, que objetivamente son pecado.

¿Esto significa que los homosexuales van a ir al infierno? “Dios lo sabe”. Y nadie ha dicho, y tampoco se ha dicho en la homilía de monseñor Reig, que los homosexuales vayan a ir al infierno. Por otro lado, “no es competencia de la Iglesia decir si la homosexualidad es una enfermedad o no”. Esta competencia corresponde a los médicos y psiquiatras y sabido es que hay opiniones en un sentido y en otro.