Tras su fallido intento meses atrás de reflotar a través de un concurso voluntario de acreedores, el diario "Público", en España el más anticristiano y difusor de la ideología laicista radical, ha decidido poner fin hoy (y no la próxima semana, como estaba previsto) a su aventura editorial en papel.

Así lo decidieron ayer por la tarde los trabajadores y periodistas de la cabecera de Mediapubli, empresa editora del diario "Público" y de su edición digital "Público.es", tras una deliberación sostenida en una asamblea: no elaborarán las ediciones de este fin de semana.

La decisión de que el último número fuera el de ayer viernes 24 de febrero de 2012 fue tomada tras la delirante e infructuosa búsqueda de inversores y a una paga incompleta de sus sueldos correspondientes.

En un primer comunicado dado a conocer por el mismo diario ayer por la tarde, los trabajadores achacaron el derrumbamiento del proyecto -altavoz y promotor fundamental de la reingeniera social e ideología emprendida por Zapatero en las legislaturas pasadas- a "la intensificación de la crisis publicitaria, la profunda transformación que está sufriendo el sector de la prensa escrita y las dificultades para acceder a nueva financiación".

Tras la asamblea, los trabajadores emitieron otro comunicado en el que lamentaron el cierre de la edición de papel, "que supone la pérdida de una voz crítica indispensable para la pluralidad informativa y de pensamiento".

"Aunque la empresa editora había sugerido lanzar dos números más del diario, los trabajadores consideran que en esta situación sería una tomadura de pelo tanto para la plantilla como los lectores. Lo consideramos un último gesto de dignidad profesional ante la mala gestión de la empresa. El diario de hoy, viernes 24 de febrero, es el último ejemplar de ´Público´ en su edición de papel", señaló la plantilla de la cabecera.


Respecto a la edición digital del diario, los trabajadores sostienen que su sitio web "tiene más de 5,5 millones de usuarios únicos, que la sitúan como la cuarta web de información general en España, según los datos de OJD".

Pese a que Mediapubli ha manifestado que la versión digital del diario continúa en actividad, los periodistas están a la espera del desenlace, un ERE que arrasará con el grueso de la cabecera que empezó su andadura en 2007.