Hecho la práctica totalidad del recuento, el PP obtiene 186 diputados (diez más de los necesarios para la mayoría absoluta) y el PSOE, 110 diputados, el peor resultado de su historia desde 1977 y muy inferior al que se tenía como referencia, los 125 de Joaquín Almunia en 2000, cuando José María Aznar obtuvo también la mayoría absoluta.


Alfredo Pérez Rubalcaba comenzó la campaña electoral el día 4 en Alcalá de Henares igual que la cerró el día 18 en Fuenlabrada: reivindicando como uno de sus principales méritos la implantación del aborto como derecho.

Del mismo modo, el 22 de agosto, cuando ya tenía asegurada su designación como candidato, fijó sus prioridades en caso de ganar las elecciones del 20 de noviembre: "Anuncio que si los españoles me dan su confianza, la ley de muerte digna será la primera que aprobaré en el primer consejo de ministros en los términos en los que se aprobó por el Gobierno hace unos meses". Es decir, a pesar de los cinco millones de parados y la crisis de deuda que han llevado al PSOE a la derrota, el agresivo laicismo socialista pasaba por delante su propia agenda radical: la eutanasia.

El partido que se ha presentado a las urnas ha sido pues una copia continuista del que ha dirigido José Luis Rodríguez Zapatero en los últimos siete años y medio, y que ha disuelto el matrimonio con el divorcio exprés y la extensión a personas del mismo sexo, ha convertido el aborto en un derecho y lo ha extendido a niñas de 16 años sin conocimiento de sus padres, ha violado el derecho de los padres a elegir la educación para sus hijos con la asignatura de Educación para la Ciudadanía, etc., y una larga serie de medidas de corte militantemente anticristiano, que han incluido actuaciones descorteses con el Papa Benedicto XVI, e incluso una inusitada hostilidad contra la basílica del Valle de los Caídos, que llegaron incluso a cerrar al culto público.

Desde la Guerra Civil no se recordaba un PSOE tan agresivo contra las convicciones cristianas de una mayoría de españoles. El mismo Zapatero ha formulado de manera explícita afirmaciones inequívocas, desde que "el hombre es el único ser digno de adoración" a corregir a Jesucristo ("no es la verdad la que nos hace libres, sino la libertad la que nos hace verdaderos") o atribuir al cristianismo ("desde hace dos mil años") la desigualdad de la mujer en el mundo.

Y, aunque sin duda la crisis económica ha sido determinante en la evolución del voto, es ese PSOE y no otro el que ha cosechado una abultada derrota, que según los primeros sondeos a pie de urna facilitados a las 20.00 horas se traduce en los siguientes resultados:


Con el 97,92% escrutado:

PP: 186
PSOE: 110
CiU: 16
IU: 11
Amaiur: 7
PNV: 5
UPyD: 5
ERC: 3
CC: 2
BNG: 2
Compromìs-Equo: 1
FAC: 1
G-Bai: 1