Con la aprobación ayer del proyecto de reforma de la ley de centros de culto, la Generalitat ha puesto freno al incremento del número de mezquitas al eximir a los ayuntamientos catalanes de la obligación de reservar suelo para la construcción de nuevos oratorios.

Si bien se trata de una modificación que afecta a todas las religiones, es clara la intención de dificultar básicamente los lugares de culto islámicos pues exige valorar la insonorización, el aforo y tener "en consideración el grado de implantación arraigo de cada comunidad religiosa" a la hora de otorgar los permisos.


El nuevo proyecto ha sido impulsado por el ejecutivo de CiU y modifica la anterior legislación del Gobierno tripartito en 2009.

Con la nueva normativa se elimina la obligación que ahora tenían los alcaldes de prever en sus planes de urbanísticos suelo destinado a la creación de nuevos centros de culto e introduce la necesidad de tomar en consideración el grado de implantación y de arraigo de cada una de las iglesias, confesiones y comunidades religiosas en la comunidad catalana.

El texto, que será enviado al Parlamento autonómico, también exige respetar las características culturales, arquitectónicas, históricas y de tradición, además de los elementos artísticos. Asimismo se ha eliminado la obligación de los consistorios a adecuarse a la ley en un plazo de 10 años.

Con el objetivo de reducir los conflictos con los vecinos, la Generalitat obliga ahora a los nuevos centros a cumplir la normativa vigente en materia de protección acústica, es decir, las instalaciones deberán disponer de medidas de aislamiento suficientes para evitar molestias hacia el exterior.

Los centros que se ubican en espacios protegidos por ser bienes de interés cultural o patrimonial, como por ejemplo, las iglesias románicas, quedan exentos de estas normativas.

El portavoz del Govern, Francesc Homs, ha informado que los oratorios islámicos que haya en Cataluña sólo podrán tener minaretes si están avalados por los ayuntamientos de sus respectivas comunidades.

El ejecutivo catalán asegura que la Ley de Centros de Culto aprobada por el anterior Gobierno "había generado algunas dificultades en su aplicación, que hacía necesaria su modificación». Por ello, la nueva normativa ha sido recibida con satisfacción por los ayuntamientos, que pasan a tener tener mayor autonomía.


La Comunidad de Cataluña es la que cuenta con el mayor número de mezquitas en España: tiene 214 centros islámicos repartidos por las cuatro provincias.