Javier Barraca es doctor en Filosofia y profesor titular de la Universidad Rey Juan Carlos. Ahora acaba de publicar el libro Originalidad e Identidad Personal (Editorial San Pablo), donde tras años de investigación y estudio en estos ámbitos cuenta en esta obra cómo los populismos, el consumismo, el materialismo así como corrientes New Age pretenden acabar con la auténtica identidad.

En esta reflexión filosófica pretende incidir en que cada ser es único cuando en la actualidad el sentido es el contrario mediante la 'masificación'. En una entrevista para Religión en Libertad, Barraca explica qué puede aportar su nuevo libro, que a buen seguro hará reflexionar a quien lo lea:


- Porque justamente, en estos momentos, se persigue con saña cualquier signo que revele la existencia de una identidad y originalidad verdaderas. Estas sufren una acometida descomunal, de una violencia como tal vez nunca antes se había conocido. En el libro, es lo que se denomina “el cerco actual a nuestra identidad”.


- Es una burda tapadera, pues la auténtica identidad no es el sucedáneo que se nos vende hoy de una subjetividad líquida e inconsistente, sin raíces, totalmente mudable y caprichosa, privada de valores y referentes sólidos y estables. Pretenden que tomemos como tal identidad simplemente una máscara, las volubles impresiones y emociones del instante, frente a nuestro ser real. En cuanto a la excentricidad, esta no equivale a la originalidad auténtica. Nuestra originalidad personal no consiste en algo tan frívolo, ni tampoco es lo meramente raro o estrambótico.


- Sin duda, lo que busca aniquilarlas se halla en esa creciente tendencia contemporánea de la “masificación”, que pretende disolverlas dentro de un todo informe e indiferenciado, reducirlas a meras partículas de una masa anónima colectiva. Para ello, recurre a medios muy poderosos, como los populismos, al consumismo y materialismo, a las corrientes despersonalizadoras tipo New Age (Nueva Era), a las sectas, al acoso grupal a través de las nuevas redes sociales, a la manipulación mediática, etc.


- Desde luego, pero no sólo. En realidad, se trata de la permanente tentación de “deshumanización” que asalta a los sujetos y sociedades, tentación de la “despersonalización”, a la que todos estamos expuestos y que toma siempre formas variables a lo largo de la historia. Por eso, es preciso, como se intenta en este libro, aprender a reconocer sus mutaciones, y estar alerta para luchar eficazmente y con profundidad contra ella.


El libro Originalidad e Identidad Personal, de Javier Barraca, ha sido editado por la editorial San Pablo


- Todo el libro busca ayudar a dar respuesta, en el fondo, a la grave pregunta que conlleva siempre nuestra identidad. Pero, aquí, podemos decir que la identidad personal consiste en la realidad de nuestro ser entero, en cuanto propio, singular y a la vez característico o distinto.

Hay, también, una identidad colectiva, grupal, organizativa, que es la que corresponde a los diferentes grupos, comunidades e instituciones en las que nos integramos. Pero el libro se centra en la primera. En cuanto a la originalidad, el significado profundo de la misma radica en que cada uno de nosotros constituimos un ser único e irremplazable: no es que sólo seamos creativos, capaces de engendrar novedades, sino que nosotros mismos representamos ya una cierta novedad absoluta o radical en el mundo.


A lo largo de la investigación, se integran críticamente aportaciones de pensadores muy diversos y sugerentes. Entre los contemporáneos, por ejemplo, se habla de Lévinas, Buber, Marcel, Kierkegaard, Schopenhauer, Marcel, Frankl, Ricoeur, Spaemann, etc. Pero acaso lo más singular es que, en el texto, se recurre de modo continuo al Arte, la literatura y en especial al cine…


Por no mencionar sólo las contribuciones célebres de autores como Cervantes, Calderón o Unamuno, y en época más reciente las de Ortega, Marías o Zubiri, cabe citar hoy a López Quintás, C. Díaz, Polo, Forment, Polaino, Ferrer, Gómez Pérez, Seyés, Burgos, etc. Son incontables, por fortuna.


- Claro. Ante todo, la verdad de esa hermosa dignidad de nuestro ser personal, pues nuestra identidad no es ni una invención ni una abstracción, sino una realidad concreta y preciosa, llena de un inefable valor. En segundo lugar, la unicidad, el tenor característico, exclusivo –no excluyente- e irrepetible de nuestra identidad, frente al afán actual de imitar, clonar o igualarlo todo. También, la relación con nosotros mismos, con los otros y con el Otro, es decir con Dios, quien en su Amor infinito funda nuestra identidad, valor y originalidad. Este Amor supone la fuente más genuina de nuestro ser. También, podríamos hablar de nuestra vocación e ideal personales, del sentido de nuestro ser relacional o de encuentro, de nuestra creatividad más profunda, etc.