En 2017 se celebra el centenario de las apariciones de Fátima y muchas familias aprovechan para que su vida espiritual gire en torno al mensaje de la Virgen a los pastorcillos. También en Cuaresma, como la familia de Alabama que presenta Javier Lozano en Cari Filii News:

Estamos en Cuaresma y muy cerca de celebrar el centenario de las primeras apariciones de la Virgen María en Fátima. Y hay familias que desean vivir este tiempo de preparación para la Pascua siguiendo el mensaje que la Madre de Cristo dejó a los pastorcillos.

En Fátima la Virgen habló de sacrificio y penitencia y la Cuaresma es el tiempo ideal para vivir aquellos mensajes de hace un siglo pero que siguen siendo tan actuales como entonces. “Penitencia, penitencia, penitencia”, fue lo que exclamó el ángel que precedió a la Virgen.

Es por ejemplo el caso de la familia Thompson. Steven y Mary y sus cinco hijos de entre 13 y 4 años viven en la localidad de Hanceville, Alabama (Estados Unidos) cuentan abiertamente que se dedican a vivir el mensaje de Fátima.

En declaraciones al National Catholic Register, la mujer confiesa que “Nuestra Señora de Fátima está guiando nuestra familia”. “Durante la cuaresma, la penitencia es algo en lo que definitivamente nos centramos”, afirma María, que aclara que esta experiencia la hacen no sólo los esposos sino también todos sus hijos, hasta el más pequeño de cuatro años.

La oración del sacrificio
Esta madre de familia numerosa explica que el mensaje de Fátima de julio de 1917 (tercer secreto) “nos pide que continuemos haciendo sacrificios por nuestros pecados y por los pecadores”. Y para ello, asegura que “rezamos la ‘Oración del sacrificio’ a menudo. Cualquier niño podría aprenderla en un instante”.

En este 2017 se cumplen cien años de la aparición de la Virgen a tres niños, Lucia, Jacinta y Francisco.

Esta es la oración que la Virgen enseñó a los pastorcitos antes de realizar un sacrificio:

“¡Oh Jesús mío! Es por tu amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María”.

Así viven los hijos la Cuaresma
Para que sus hijos se aprendan la oración pero sobre todo para que la pongan en práctica, los Thompson colocan copias de las palabras enseñadas a los pastorcitos por toda la casa durante la cuaresma y animan a sus hijos a ofrecer sus enfados o quejas. Y la madre pone algunos de los ejemplos que han vivido recientemente como cuando uno de los hermanos no quiere devolver a otro la pelota o cuando se dan un golpe doloroso en la punta del dedo del pie, etc.

La ventaja de esto, dice la madre, es que al final de la Cuaresma todos ellos se lo saben de memoria. Pero además, los Thompson refuerzan esta lección cuaresmal durante el año enseñando a sus hijos historias de santos que hicieron sacrificios.



La familia reza junta el Rosario todos los días del año
Además, esta familia reza unida todos los días del año el Rosario. Y aseguran que lo hacen por la salvación de los pecadores y tienen muy claro al rezar lo que la Virgen dijo a los niños en agosto de 1917: “Oren, oren mucho y hagan sacrificios por los pecadores. Son muchas almas las que van al infierno porque no hay quien se sacrifique y ruegue por ellas”.

Para que sus hijos también participen, María les explica distintas maneras de hacerlo que ellos comprenden a la perfección: “Ayudar al tío Fulano de tal, que se ha alejado de la Iglesia”, hacer una petición personal y también hacerla amplía para todas las almas, especialmente las que más necesitan de nuestra oración”.

“Como católicos, estamos llamados a hacer reparación, especialmente en un hogar que cree en Fátima. Nuestra Señora también está pidiendo a mis hijos –y a todos nosotros- hacer esto”, concluye Mary.


Altar del santuario del Santísimo Sacramento de Hanceville.

La espiritualidad de un pueblo de 3.000 habitantes de Alabama
Esta fuerte espiritualidad de la familia Thompson se puede entender por el catolicismo que impregna todos los rincones de este pequeño pueblo del sur de Estados Unidos. Pese a no superar los 3.000 habitantes, Hanceville alberga el conocido convento de las clarisas de Adoración Perpetua de la que fue superiora hasta su muerte la madre Angelica, fundadora de EWTN, la televisión católica más grande del mundo, y donde actualmente está enterrada.

Y en este pueblo está también el imponente monasterio del Santísimo Sacramento de Nuestra Señora de los Ángeles, donde el Santísimo está expuesto todo el tiempo y que fue construido gracias a la propia Madre Angelica y que se ha convertido en un lugar de peregrinación que recibe a personas de todo el país.