En la primera quincena de mayo, durante la celebración de la Feria del Libro de Buenos Aires, se presentó “Yo, argentino. Las raíces argentinas del Papa Francisco”,   de Armando Rubén Puente, editada por Distal. Entre las obras sobre el Papa Francisco aparecidas en dos años, ésta no es una más, como no lo es “La vida oculta de Bergoglio”, editada por Libros Libres, que la  precedió el 2014.


Puente consideró necesario escribir ésta para dar a conocer en España-  y Europa –, la vida del actual Obispo de Roma,  recorriendo la historia política, social y  cultural argentina y la de la Iglesia católica durante los últimos cien años. Porque es imposible entender e interpretar la historia personal de Jorge Bergoglio-Papa Francisco, sin conocer aquellas.


Ninguna biografía es asépticamente neutral y esas dos obras de Armando Rubén Puente no lo son; sobre todo la segunda – corregida y ampliada -  “Yo, argentino”. Puente tampoco pretende serlo. Toma partido y no lo oculta, lo que sin duda  debe haber irritado a las minorías de extrema derecha y extrema izquierda argentinas, que sostienen frente al Papa posiciones politizadas y lejanas a la verdad.




Argentina, el país del Papa Bergoglio y de Puente,  se encuentra en una fase electoral que concluirá en diciembre y con ella un ciclo histórico. Con ese motivo se agitan los fantasmas del pasado: la década del 70, en la que Argentina vivió  lo que el autor denomina una “guerra civil intermitente”, en la que Jorge Bergoglio  tuvo que tomar algunas decisiones que los extremistas juzgan polémicamente. Como todas las guerras civiles ninguno de los bandos en lucha –apoyados internacionalmente dentro del marco de la Guerra Fria- actuaron inocentemente.
   

Los sucesos de aquella década, en la que Bergoglio concluyó su formación en la Compañía y muy joven fue nombrado Provincial, marcaron para siempre al Papa Francisco. Como lo hicieron el  nacer y vivir en una nación donde conviven pacíficamente mas de un millón de musulmanes y trescientos mil  judios; haber sido  obispo auxiliar en un barrio donde poblado por miles de coreanos; haber presidido por encargo de Juan Pablo II  el ordinariato  de Rito Oriental , que comprende a las iglesias armenia, ucraniana  y otras de Europa y el Oriente Próximo. Haber impulsado la “Mesa de Diálogo” de políticos, empresarios y dirigentes sindicales, para ayudar al país a salir  de la gravísima crisis económica que se llamó el “corralito”.
   

En la presentación de “Yo, argentino” Puente invitó a los numerosos asistentes – católicos, agnósticos, evangélicos, judíos y musulmanes – a “bergogliar”, excusándose de inventar un termino que quizás no acepte la Academia;  es decir a trabajar por la paz,  en favor de los pobres, los inmigrantes y todos los “descartados” , ancianos, niños, hombres y mujeres explotados en el trabajo o en la trata. En esa ocasion y en otros actos y conferencias con motivo de la publicación de “Yo, argentino”, Armando Ruben Puente invito a “bergogliar a todos los hombres de buena voluntad”.
 
Título: Yo, argentino
Autor: Armando R. Puente
Editorial: Distal
PVP: 290.00 $
Comprar (solo en Argentina): Distal