El turista o peregrino español que realiza viajes al extranjero con interés religioso se compone sobre todo de mujeres (al 75%) que tienen entre 60 y 70 años (70%), según revela una encuesta realizada por la agencia de viajes especializada Ruth Travel (www.ruthtravel.es) a sus 2.000 últimos clientes, en la que también se pone de manifiesto que su nivel sociocultural es medio-alto (65%) y que suele compartir sus experiencias con miembros de su parroquia y otras amistades.

Este tipo de turista gasta alrededor de 1.500 euros durante una estancia que oscila entre ocho y diez días. Planifican sus viajes con hasta un año de antelación.

Según la directora de esta agencia de viajes barcelonesa, Mónica Padrol, "la realización de viajes religiosos suele ser fruto de un deseo que viene de lejos, por lo que son visitas que se esperan con expectación y se planifican con mucho tiempo de antelación".

La encuesta de Ruth Travel revela también que el viajero religioso prefiere los viajes organizados en los que todo está incluido y contemplado. Entre las razones que motivan esta elección destacan el desconocimiento de otros idiomas, la falta de costumbre de viajar y la necesidad de seguridad en lugares extranjeros.

Uno de los motivos principales para escoger estos viajes es precisamente "la adecuación del viaje a la temática", ya que tanto los recorridos como los horarios de visita se adecúan para conocer los lugares desde un punto de vista religioso.