Éste portal de noticias y artículos se presenta como “el rostro amable del mundo” y ofrecen a sus lectores historias convincentes y testimonios de vida heroicos, que van desde una madre que da a luz a su hijo con riesgo de su propia vida, hasta el perdón brindado por una joven a quien fue el asesino de su familia, pasando por gente discapacitada que vive feliz y hombres de Iglesia que transforman su entorno con el ejemplo de su vida fiel y entregada.

Estamos hablando del sitio “Buenas Noticias”  (www.buenas-noticias.org), un servicio de Catholic.net que lleva ofreciendo a sus lectores estos artículos desde hace ya ocho años. Cuenta actualmente con 50,000 suscritos por correo electrónico y casi 1600 en Facebook.

Su actual editor, el P. Juan Antonio Ruiz J., L.C., de los Legionarios de Cristo, nos concede unas líneas para comentarnos de esta iniciativa.

- Un grupo de religiosos legionarios de Cristo tuvo la ilusión de que en un telediario se ofreciesen noticias que no fueran sólo muertes, corrupción, robos o los tintes amarillos de los sucesos. Soñamos con mostrar los héroes de nuestro tiempo, aquellos que viven con valentía virtudes como la fidelidad, la pureza, la alegría de ser padre o madre de familia, la fortaleza ante el dolor, etc. Queríamos que se diesen cuenta que esto de ser humano aún tiene sentido.

El P. Adolfo Güémez, LC, el primer editor de la página, nos juntó a un grupo y comenzamos a escribir nuestros artículos. De eso ya hace ocho años…

- Tengo que reconocer que a nosotros mismos nos impresionó la acogida de los lectores. En la primera semana de nuestro nacimiento, en el 2003, llegamos a los mil suscritos. ¡En una semana! Y de ahí, poco a poco, hemos crecido paulatinamente hasta llegar a los casi 50,000 actuales. Este año, además, saltamos también al campo de las redes sociales y desde que llegamos a Facebook (http://www.facebook.com/pages/Buenas-Noticias/212763418739059) ya contamos con casi 1600 suscritos. Además, en Twitter también lo comparto yo desde mi dirección. Debo decir que estamos teniendo, gracias a Dios, un buen seguimiento también desde estas plataformas.

Todo esto, por lo menos a mí, me ha ayudado a ver la sed de esperanza que oprime al mundo de hoy. Pues cuando alguien constata que tantas personas viven sus mismos ideales, se despoja del miedo que muchas veces le oprime. En este sentido, siempre me impresionaron las palabras de San Agustín, y que para mí han sido una inspiración cuando redacto en Buenas Noticias: «Esperar quiere decir creer en la aventura del amor, tener confianza en las personas, dar el salto a lo incierto y abandonarse totalmente en Dios».

- ¿Puedo contar dos? Es que no me resisto a la tentación. La primera y más hermosa fue cuando un joven de Ecuador nos escribió a nuestra dirección diciéndonos literalmente: «Esta tarde pensaba en suicidarme y al leer su artículo pensé que mi vida tenía sentido. De todo corazón, mil gracias». Guardo el mensaje aún hoy. Sólo por esa vida, estos ocho años han valido la pena.

Y la segunda es un joven que me escribió para decirme que tenía inquietudes vocacionales y que un artículo concreto sobre un sacerdote misionero le había inspirado deseos de seguir a Cristo. Tras hablarlo durante un tiempo, le animé a hablar con un sacerdote de su país (Guatemala). Entró al seminario de una orden religiosa de la familia franciscana. Hace unos días me volvió a escribir, después de dos años sin saber de él, diciéndome que había hecho su primera profesión de votos.