EVANGELIO

Cuando les sea arrebatado el esposo, entonces ayunarán.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 9, 14-15

En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercan a Jesús, preguntándole:
«Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?»
Jesús les dijo:
«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunaran».

Palabra del Señor.

Avisos:

(Retiros pendientes de apertura de inscripciones. Informaremos más adelante

Para ver más pincha aquíhttps://wp.me/P6AdRz-D1

Intimidad limitada.

La vida nos enseña mucho sobre nuestra relación con Dios y viceversa. El Señor se presenta ante nosotros como “el novio” y eso nos convierte inmediatamente a todos los cristianos en “la novia”. La relación de novios no es completa, y nuestra relación con Jesús nos exige ahora mismo muchos “ayunos”, porque la “boda” no se ha producido aún y esto implica muchas renuncias y muchos deseos y aspiraciones contenidas.

Jesús, el novio, mantiene con nosotros una relación de intimidad que se ve limitada por nuestra naturaleza, pero aún así, es una relación maravillosa en la que Él comparte con nosotros mucho de su intimidad. Es una relación de amor que me permite conocerle y estar cerca de Él. Es una relación personal, de tú a Tú. Pero aún hay cosas que me impiden la unión total con Él, cosas que tengo que ir puliendo a lo largo de mi vida, pero la boda llegará, y será preciosa. Sueño con ella como novia enamorada que prepara todos los destalles del gran día.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Laura: Mamá, ¿por qué los novios cristianos no deben tener relaciones antes de la boda?
Clara (madre de Laura): Porque el noviazgo es un tiempo de discernimiento sobre si el chico con el que sales es el que Dios había pensado para ti, y porque es también un tiempo de preparación en el que vuestros corazones se están preparando para pasar de estar habituados a recibir a estar habituados a entregarse. Eso es el noviazgo, un tiempo de preparación de vuestros corazones para hacerlos capaces de amaros. Por eso son tan importantes las renuncias por amor, y es tan importante vuestra obediencia al plan de Dios, porque será Él quien os una y será Él quien construya vuestro matrimonio. Si empezáis viviendo vuestro noviazgo a vuestra manera, acabaréis viviendo vuestro matrimonio también a vuestra manera. No contaréis con la voluntad de Dios y os estrellaréis.
Laura: Ya, pero también tendré que probar si sexualmente me va bien con mi novio ¿no? ¿Qué pasa si luego no va bien?
Clara: Vuestra confianza puesta en vuestros criterios es muy frágil y débil. Hay muchos matrimonios que les va bien y después mal o viceversa. El matrimonio es algo muy sagrado e imposible de vivir en toda su grandeza si no contamos con Dios. Sólo la confianza en Dios garantiza el éxito, y si os apartáis de Su voluntad, Él no podrá actuar en vuestra unión. Aprended del noviazgo, ayunad de vuestros apetitos ahora, y vivid a lo grande vuestra unión cuando estéis preparados, Dios la bendiga y la haga sagrada. Él os hará vivir algo mucho más maravilloso de lo que jamás habríais imaginado ¡No os arrepentiréis!

Madre,

Ansiamos el momento de la unión definitiva con el Señor, un momento en que también entre nosotros seremos plenamente uno. ¿Cómo será participar de Su gloria? Me encanta el plan de Dios para nosotros. Alabado sea por siempre.