Año del Señor 2024 

12 de enero
 
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 
 
CRISTO ESTÁ CONTIGO
 
Hace unos días en los que, al abrir la ventana por las mañanas, todo está blanco. Está todo helado y aunque los colores se dejan ver, encima les cubre una capa de hielo blanco que da uniformidad al paisaje y le confiere un encanto especial. Sin embargo, la contemplación se me pasa rápido cuando el frío, de 3 grados bajo cero, empiezo a sentirlo en la cara, y se me va todo el encanto, así que cierro la ventana, porque si no, me voy a resfriar.
 
Hoy le decía al Señor que hay acontecimientos que te hacen caer en la realidad de lo que vives. Hace unos días, las calles llenas de luces nos invitaban a la alegría de la Navidad y, de repente, todo está más serio. Nada llama la atención. 
 
Le preguntaba al Señor: ¿La alegría de nuestra vida puede depender de las circunstancias? A veces, un acontecimiento lo cambia todo. Pero hay algo que nunca cambia, y es que el Señor te ama. Su amor no cambia, ya sea que haga sol o nieve, ya sea que haya luces o oscuridad. Su amor no cambia por ti. Él te ama y te ama siempre, y nuestro corazón es lo que busca y necesita para ser feliz.
 
Porque cuando te sientes amado, es cuando más feliz eres, ya que el Señor nos ha creado el corazón para amar y ser amados. Todos necesitamos amor, y para ello también debemos darlo. Jesús, en el Evangelio, muestra un trato especial con todos los que se encuentra, pero sabemos que ese trato surge de sus largas horas de oración con Su Padre. Todo lo recibía de Su Padre y todo luego lo daba. Porque nadie da lo que no tiene. Podemos darnos cuenta de que no tenemos amor, pero no pasa nada, tenemos la fuente para llenarnos de ese amor. Lo primero que necesitamos es sentirnos amados y así luego podremos amar.
 
Hoy, el reto del amor es no dejarte llevar por el día, sino acercarte al Señor y pedirle Su amor; desde Él, verás que el día tiene otro sentido. No estás solo, Cristo está contigo.
 
VIVE DE CRISTO
 
¡Feliz día!