Como sabemos, con el Domingo de Ramos empieza la Semana Santa y, con ello, una oportunidad para volver a la raíz, fortalecer nuestra fe y vincularla con todas las áreas de nuestra vida. Dentro de la celebración -este año, con el Evangelio de Marcos- se da lectura a la cronología de la pasión de Jesús. Hay un momento de la celebración que siempre me ha impresionado y es cuando se lee: “Y dando un fuerte grito, expiró”; mismo que da lugar a que todos nos hinquemos en señal de respeto. ¡Qué fuerte gesto en el que parece que el tiempo se detiene! Jesús, el mejor amigo, el más grande, muere y nos quedamos sin palabras. Es un silencio prolongado a la espera de la resurrección, la vuelta a la vida que tiene que animarnos a seguir con nuestras luchas y dificultades diarias desde una mirada marcada por la fe. Iniciemos, pues, la Semana Santa 2024.