He estado, como todos los años, unos días en Medjugorje con un grupo de 30 laicos. He podido comprobar, una vez más, que el Espíritu está allí muy presente. Miles de peregrinos de casi todas las partes del mundo allí celebran, rezan, se confiesan, renuevan sus compromisos cristianos con toda normalidad. No hay actitudes extrañas, ni fanatismo, ni credulidad vana, lo que se nota es mucha fe. Bastantes sacerdotes participan en la celebración de la Misa en el altar de la explanada. Otros celebran con sus grupos venidos de lejos: japoneses, filipinos, americanos, africanos… Es la Iglesia que celebra y ora con toda fidelidad a las normas litúrgicas. De vez en cuando algún grito estremecedor arrancado de la garganta de algún poseído, o infectado por el demonio. Naturalmente que el demonio y la Virgen hacen pocas “migas”, como se suele decir en mi tierra. Pero todo vuelve a la calma tras un exorcismo de urgencia.

            Hemos vuelto llenos de alegría y de amor a María y, por supuesto, a Jesús que nos acoge con los brazos abiertos. Todos los del grupo vinieron con mucha paz y con sus problemas bien encauzados. (Cfr. https://www.aciprensa.com/noticias/enviado-del-papa-a-medjugorje-actividades-demoniacas-buscan-destruir-lo-bueno-82456)

 

El enviado especial del Papa a Medjugorje, el Arzobispo polaco Henryk Hoser, aseguró que en esa localidad se enfrentará a las “fuerzas del mal” que buscan destruir lo bueno.

Así lo indicó el Prelado el 4 de julio en la Misa que presidió en el aeropuerto Federico Chopin de Varsovia, antes de viajar a Medjugorje, donde realiza una misión encomendada por el Vaticano exclusivamente pastoral y no relacionada con la verificación de las supuestas apariciones marianas.

“Vemos cómo las fuerzas del mal se movilizan para evitar lo bueno. Sin embargo, me enfrentaré a estas fuerzas en Medjugorje, donde hay conversiones masivas, confesiones poderosas, y donde hay también actividades demoníacas en esta área que intentan hacer todo lo posible para destruir. En este lugar también se han infiltrado las mafias”, dijo el Arzobispo.

Según indica el sitio web de la Diócesis de Varsovia-Praga, Mons. Hoser dijo que en Medjugorje “por un lado, está lo bueno, por otro lado, el mal. Estas dos realidades están en oposición entre sí y están tratando de encarnarse. Estamos constantemente entre estos dos polos”.

El enviado especial indicó que “no deberíamos ser ingenuos acerca de esta realidad. Los jóvenes necesitan radicalidad evangélica, no cuentos de terciopelo, necesitan la radicalidad evangélica sobre la que Jesús habla constantemente”.

Es necesario entonces “buscar el bien y no el mal, para poder vivir. El mal ataca preferentemente la vida. Odia el mal y ama el bien”, exhortó el prelado, Arzobispo Emérito de Varsovia-Praga.

En la Misa del 4 de julio, indica el sitio web del Episcopado polaco, concelebraron con Mons. Hoser el Obispo Auxiliar de Varsovia-Praga, Mons. Marek Solarczyk; y el capellán nacional del servicio de salud, P. Arkadiusz Zawistowski.

El diario italiano Il Mattino señala que cuando el Arzobispo habla de la mafia podría referirse a la napolitana, conocida como la “Camorra”, que estaría involucrada con algunos albergues para peregrinos italianos y comercios en Medjugorje.

La misión pastoral

En diciembre de 2017, Mons. Hoser explicó que se “pueden organizar peregrinaciones de oración a Medjugorje sin ningún problema, siempre que sean espirituales y no referidas a las apariciones de la Virgen a los videntes”.

En abril de ese mismo año, el Arzobispo resaltó que son más de 600 las vocaciones que han surgido en Medjugorje, de fieles provenientes de países como Estados Unidos, Italia y Alemania. Estimó asimismo que unos 2,5 millones de peregrinos llegan anualmente a este lugar de Bosnia Herzegovina.

“Hay otra cosa importante que es la casa de retiros Domus Pacis. Hay más de mil grupos que han pasado por aquí, con más de 42 mil participantes en los últimos años. Esos ejercicios espirituales transforman a la gente interiormente”, resaltó el Prelado en aquella ocasión.

Todo esto “muestra la intensidad de la vida cristiana en Medjugorje que puede ser aplicada a otros lugares”, agregó.

El 11 de febrero de 2017 la Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que el Papa Francisco nombró a Mons. Hoser como “enviado especial” a Medjugorje, con un objetivo “exclusivamente pastoral”; y no con motivo de las supuestas apariciones marianas, tema que es competencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

El enviado “tiene el objetivo de adquirir un conocimiento más profundo de la situación pastoral de esa realidad y, sobre todo, de las exigencias de los fieles que van en peregrinación y, en base a eso, sugerir eventuales iniciativas pastorales para el futuro. Tendrá, por tanto, un carácter exclusivamente pastoral”, señaló el Vaticano en esa oportunidad.

Juan García Inza (juan.garciainza@gmail.com)