Cuando un medio de comunicación nace es una ventana abierta a la libertad de expresión y a la comunicación con los lectores, oyentes o televidentes.

Hoy, cuando dos revistas cierran su edición en papel y digital, muchos han dado un aplauso general.

¿Por qué han sonado palmas?

Muy sencillo, porque una de esas publicaciones era un tipo de periodismo más cerca de la escandalera que de la información y la opinión pura y dura.
 
Además, son dos revistas que no han sabido adaptar sus contenidos y formas al mundo digital  de forma plena tecnicamente hablando.

El papel no es un soporte permanente, pero quienes han sabido adaptarse a ambos modos de presencia ante el público: papel e Internet, más que bien van saliendo adelante.

Si, además, las subvenciones económicas oficiales han decrecido debido a hechos ocurridos en el último trimestre, resulta que es imposibles aguantar las deudas millonarias de modo permanente.

Descansen en paz las dos revistas. Pocos las echarán de menos.

Tomás de la Torre Lendínez