El 13 de mayo del año en curso, se cumplirá el primer centenario de las apariciones de la Santísima Virgen en Fátima, Portugal. El papa Francisco visitará el santuario para conmemorar el aniversario. Así las cosas, nos viene bien preguntarnos ¿cuál es el punto medular o esencial del mensaje reflejado en los tres secretos? Hablar de Fátima, implica entrar en un campo marcado por la profecía, pues se han ido cumpliendo cada uno de los puntos descritos; sin embargo, podemos caer en el riesgo de quedarnos en la parte extraordinaria, olvidando la esencia del mensaje: la conversión. Algunas voces toman las cuestiones apocalípticas como lo principal de las apariciones y, aunque evidentemente lo integran, es más que eso, pues de otra manera asumiremos un lenguaje incomprensible que dista mucho de la naturalidad con la que la Virgen habló a Jacinta, Francisco y Lucía. Repetimos, no se niegan o relativizan, pero tampoco se trata de instrumentalizar los secretos para generar una curiosidad malsana o dar a entender que la humanidad –Iglesia incluida- no tiene remedio.

Jesús nos da la clave para distinguir entre lo esencial y accesorio: “Solo una cosa es necesaria” (cf. Lc 10, 38-42). Para convertirnos, no hacen falta grandes sustos o teorías, sino el deseo de asimilar la fe, dejándonos confrontar y, desde ahí, convertirnos todos los días hasta que la imagen de Cristo quede grabada en lo que somos. María se ha valido de mensajes fuertes, claros, porque es consciente de la necesidad que tenemos de superar el pecado, pero no pretende desplazar el papel de la conversión y de la esperanza. El mensaje de Fátima, lejos de resignarse frente al hecho de que la humanidad llegue a destruirse a sí misma, lanza una palabra de optimismo, de mirar hacia adelante, un “ánimo, están a tiempo”, porque al final no es la ira de Dios la que puede acabar con el mundo, sino el mal uso de la ciencia y de la tecnología en el campo, por ejemplo, militar.

Por lo tanto, el Milagro del sol (13/octubre/1917), no fue para “dar miedo”, sino en la línea de comprobar la veracidad del mensaje. ¿Cuál? El llamado a la conversión, la vuelta a Dios. A veces, algunos libros  o conferencias sobre el tema tienen mucho éxito, pero ¿se debe a que alimentan expectativas demasiado centradas en lo extraordinario o, en vez de eso, por dejar un efecto hacia la coherencia personal? No deben ocultarse los milagros, las partes fuertes, pero con una pedagogía espiritual adecuada. Dicha asertividad dependerá de qué tanto los participantes ubiquen la relación entre fe y aplicación en el día a día. De otra forma, todo queda en una total hipersensibilidad que no tiene nada que ver con el mensaje de Fátima. La Virgen María pide, simple y sencillamente, la conversión. De eso se trata.
-----------------------------------------------------------------------------------Link del audio del mes, titulado: "La crisis postmoderna que nos lleva a reafirmar la tarea de los colegios católicos en la sociedad": https://mx.ivoox.com/es/crisis-postmoderna-nos-lleva-a-reafirmar-audios-mp3_rf_17908949_1.html