El papa Francisco ha visitado la Curia General de los Jesuitas donde se celebra la 36 Congregación  General de la Compañía de Jesús. En su discurso ha ofrecido pautas de actuación a los Jesuitas en primer lugar, luego a los Consagrados y también a cuantos quieren seguir de verdad a Jesucristo.
   El discurso del Papa es muy largo comparado con los que suele pronunciar en casos semejantes. Son sus hermanos. Trataré de resumir las ideas fundamentales.
   El Papa comienza con unas palabras de Pablo VI: “Hermanos e hijos: Adelante, in nomine domini. Caminando juntos, libres, obedientes unidos en el amor de Cristo para mayor gloria de Dios”.
   San Ignacio comprendía la Compañía en camino, desarrollándose. Es una actitud preciosa para no quedarnos estancados. Toda vida creyente se desarrolla caminando. Lo substancial es la entraña de cada Instituto y debe ser conservado y ser tenido ante nuestros ojos cada día en la plegaria. Todo lo demás son medios para estar más disponibles a la acción concreta que el Señor desea. Caminar no es una acción individualista para la Iglesia. Es crecer espiritualmente  procurando la salvación del prójimo. Implica una tensión entre perfección personal y perfección del prójimo, contemplación y acción, carisma e Institución.
   Les recuerda el papa una palabra clave en la espiritualidad ignaciana: