Mucha gente reprocha a José Luis Manzanares, miembro de la Permanente del Consejo de Estado,  participante en el  Congreso de juristas católicos, su votó a favor del informe del Consejo de Estado sobre el aborto.
 
Manzanares para justificar su posición ha destacado que la reforma de la Ley "no choca" con  la Constitución porque la normativa no obliga a penar siempre la práctica de un aborto.
 
Pero eso no significa que sea un derecho de la mujer recogido en la Carta Magna. "El aborto no es un derecho, pero la infracción no lleva necesariamente una pena. El legislador puede optar por una solución o por otra", ha asegurado.
 
La "buena gente de derechas" se ha escandalizado.
 
Pero Manzanares tiene razón, y el escándalo no tiene motivo.
 
Que Manzanares diga que el aborto no choca contra la Constitución no quiere decir que le guste el aborto, sino constatar la realidad.
 
Es como si un juez liberal tiene que hacer un dictamen sobre la propiedad en la constitución soviética. Que el citado juez liberal constate que con la Constitución soviética la persecución de la propiedad privada es constitucional no significa que sea favorable al control estatal de la propiedad.
 
La actual Constitución es la que da el soporte político pero también el legal al aborto.
 
El aborto es constitucional, y así lo ha interpretado numerosas veces el Tribunal Constitucional que es quien interpreta la constitución (1).
 
Otra cosa es que la gente ha perdido el criterio y ha asumido el discurso positivista del Sistema.
 
Y piensa que lo que es constitucional (y legal) es bueno (y legítimo),
 
Pero como todavía mantiene sensibilidad humana y un subconsciente cristiano, que le dice que el aborto es malo, hace un acto de voluntarismo irracional para pensar que el aborto no puede ser consticional.
 
Pero tal como indica la propia Constitución, en su TITULO IX, es el Tribunal Constitucional (no otro ni otras opiniones) el órgano competente para determinar lo que es constitucional y lo que es inconstitucional, es decir lo que está amparado por la Constitución y lo que está fuera de la Constitución.
 
Igual que los diputados o los jueces no tienen nada que decir sobre que temas son dogmas católicos ni que doctrinas son ortodoxas o heterodoxas en la Iglesia, no son los obispos, ni otros "píos  bien-pensantes" los que, con un voluntarismo fuera de lugar, deciden que legislación ampara la Constitución. 
 
La realidad es que la actual Constitución, con su equivoca redacción del artículo 15 de la Constitución, resultado de cambalaches políticos y redactado así a propósito para que el aborto fuera constitucional,  es la base para la legalidad del aborto.
 
Lo que hay que derogar es la Constitución, pero mientras esta esté vigente Manzanares tiene razón:
el aborto es constitucional
y lo único que ha hecho ha sido decir "que el rey está desnudo".
 
No persigamos a quien ha tenido valor de denunciar la Verdad, aunque esto ponga en evidencia a la clase política progre de derechas y a los que defienden la actual constitución.
 
 
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(1) 
    "los no nacidos no pueden considerarse en nuestro ordenamiento constitucional como titulares del derecho fundamental a la vida que garantiza el art. 15 de la Constitución" (Cuarto Parrafo del punto 5 dentro de los Fundamentos jurídicos)