Antonio y muchos otros como él nos muestran la diferencia que hay entre la generosidad y el amor.

La generosidad surge de una cierta superioridad: se da dinero, tiempo o conocimientos a alguien que los necesita. Se le hace el bien desde lo alto de un pedestal, pero no se recibe nada a cambio, solamente la gloria de hacer el bien.

La generosidad es importante pero Jesús nos hace descubrir la comunión que es el ida y vuelta del amor, un corazón a corazón, se da y se recibe.


Acoger al pobre es acoger a Jesús