Sobre el tema en el que traté la violación, a juzgar por los comentarios de algunos visitadores de la página, posiblemente no fui entendido bien, o me expliqué mal. Naturalmente que nunca está justificada una violación. Esta es un atentado grave contra la persona. Solo los muy depravados cometen estos actos. Lo que yo quería defender es la necesidad de guardar unas mínimas normas de pudor para que nadie se confunda. El pudor es una virtud, muy especialmente femenina, que nada tiene que ver con hábitos o ropajes que en algunos casos nos pueden parecer exagerados. La delicadeza femenina es propia de las personas que saben defender su dignidad. Y nunca jamás hay que dar motivo para que otros piensen lo que no es, y lo que no debe ser. Es tan delicado el cuerpo femenino que merece un trato singular, evitando exponerlo a la mirada lasciva de cualquier hombre sin corazón. Me uno al dolor de aquellos padres que han sentido en lo más profundo de su alma el zarpazo que algún, o algunos desalmados haya podido asestar contra alguna hija. Todos debemos sentirnos en el deber de limpiar el ambiente de intenciones retorcidas, y a veces bestiales, de quienes no saben sentirse hombres de verdad. Juan García Inza