El prototipo del joven, de la persona egoísta, es uno de los personajes centrales de la película Rainman. Al ser abandonado por su novia, él dice a ella: «Te necesito

«Tú no necesitas a nadie», responde ella, y añade: «Estoy harta de tus mentiras, de tus engaños. Me utilizas a mí y utilizas a todo el mundo.»

Un autor pregunta: «Según tu manera de ver y de pensar ¿quién es un egoísta? ¿Qué te parece que es una persona egoísta?» Le responden:
«El egoísta es una persona que nunca piensa en mí, tan sólo piensa en él y en nadie más que no sea él.»

- El egoísta usa de las personas para su provecho.

- El egoísta crea su propia soledad y tristeza.

- El egoísta es capaz de mentir y dañar.

- El egoísta exige a todos, como si todos le debieran algo.

- El egoísta suele vivir el desasosiego interior.

Concepción Arenal escribe:
«El que no piensa más que en sí, no puede ser querido de nadie; y el que de nadie es querido, acaba por ser infeliz

Viviríamos mejor, e incluso gozaríamos de mejor salud -según afirman los médicos del cuerpo y los maestros del espíritu, los que «curan»-, si nos liberáramos de nuestros egoísmos malsanos, si pensáramos menos en nosotros mismos y más en los demás.




Alimbau, J.M. (2001).  Palabras para momentos difíciles. Barcelona: Ediciones STJ.