Santa Teresa del Niño Jesús, doctora de la Iglesia, escribía en una carta:

-     “Dios ha derramado en el corazón de las madres… algo del amor del que desborda del propio corazón de Dios”.

En otra carta exponía:

-     “La obra maestra más hermosa del corazón de Dios… es el corazón de una madre”.

Es el amor de madre. Benedicto XVI, en el Vía Crucis celebrado en el Coliseo romano, al comentar la cuarta estación: Jesús encuentra a su Madre, afirmó:


-    
“El amor auténtico y fiel… es el amor de madre”.

San Agustín
(354-430), padre y doctor de la Iglesia, que sabía muy bien lo que era capaz una madre; además, la suya, era seguidora de Jesús, afirmaba:         

-     “Donde hay amor… no hay dolor.
     Y si hay dolor… se ama”.

Decía también la frase que tanta paz, confianza y alegría ha dado y da a tantas personas:
          
- “Nadie tan Madre… como Dios”. 


Alimbau, J.M. (2011).  La madre (la tuya y la mía). Barcelona: Editorial Claret.