Harriet Isabel Beecher-Stowe, escritora estadounidense, antiesclavista, autora de la célebre novela La cabaña del tío Tom y de Poemas religiosos, decía:

-“Hay un montón de cosas agradables que Dios nos puede dar dos veces; pero madre... no nos da más que una”.

 Rabindranaz Tagore, Premio Nobel, decía según traducción de Zenobia Camprubí, esposa del Nobel J.R. Jiménez:

-“El niño encuentra a su madre cuando sale de su vientre. Ahora que estoy separado de ti, echado de tu casa, ¡qué bien te veo y te siento madre!... Diré tu nombre en mi soledad y como un niño que llama a su madre cien veces, contento, con decir sólo: “madre”.

 La madre es imagen de Dios, porque:

- Es acogida, seguridad y reposo para el recién nacido.

- Es alimento, salud y bienestar con sólo estar en sus brazos.

- La madre lo es todo para el niño: en su desarrollo físico, psíquico, espiritual.

 
El amor de madre es el más limpio, el más desinteresado y el más profundo que hay en el mundo.

San Juan de la Cruz afirmaba:”Un solo acto de amor puro da más gloria a Dios y es más útil a toda la Iglesia que todas las demás obras reunidas”.