En el callejero del casco histórico de Jaén, existe una corta calle, presente en la foto adjunta, dedicada al doctor don Saturnino Sánchez de la Nieta.

Este señor era un sacerdote que vino con el obispo don Antolín Monescillo y Viso, durante la década de los años sesenta del siglo XIX. 

Ascendieron al obispo a la mitra toledana, y don Saturnino se quedó en Jaén, donde llegó a ser párroco de la feligresía de San Bartolomé, donde está ubicada la calle dedicada a él. En la colación hizo misiones populares y se entregó como buen pastor. A la vez era profesor del Seminario Diocesano.

Con el paso de los años entró a formar parte del cabildo catedralicio, donde llegó a ser deán. Don Saturnino gozó de la confianza de otros obispos posteriores, y durante las sedes vacantes fue nombrado gobernador eclesíastico y administrador apostólico.

Murió en el año 1926. Su entierro fue una manifestación popular y eclesial de agradecimiento a su ministerio sacerdotal en Jaén.

La calle rotulada a su nombre lo atestigua. Descanse en paz el doctor Sánchez de la Nieta.

Tomás de la Torre Lendínez