Debemos recordar que Dios escoge a hombres muy limitados: a Moisés, que mató a un egipcio; a Pedro, que negó a Cristo; a Pablo, que participó del martirio de Esteban. Quizá porque eran limitados y porque, desde un punto de vista humano, no eran dignos de confianza, eran humildes y, por tanto los mejores instrumentos de Dios.
 
Jean Vanier , La Comunidad, P 210