Yace muerto el arzobispo emérito de Mérida-Badajoz, don Santiago García Aracil. Anterior obispo de Jaén durante 16 años. Colaboré en las tareas pastorales que me encomendó. 

Ahora, en la hora de su muerte, le agradezco tres aspectos:

1.- Siempre le obedecí sabiendo que era el obispo diocesano. Se lo debo.

2.- Olvido algunas situaciones inoportunas. Se lo debo.

3.- Presidió el entierro de mi madre en un momento trágico de mi vida. Se lo debo.

Por lo tanto, ruego a Dios por el eterno descanso de su alma, sabiendo que el Señor es el único Juez de vivos y muertos.

Tomás de la Torre Lendínez