¿Cuántas veces habré oído expresiones del estilo "la parroquia tiene que ser misionera",  "hay que evangelizar", "la fe se fortalece dándola"

En todas las parroquias en que he  trabajado desde seminarista hasta hoy, ni más ni menos que 21 años, "evangelizar" era algo de lo que se hablaba siempre pero no se hacía nunca. Me refiero a evangelizar de verdad, es decir anunciar la Buena Nueva del evangelio para convertir al mismo tiempo la conciencia personal y colectiva de los hombres, la actividad en la que ellos están comprometidos, su vida y ambiente concretos (Evangelii Nuntiandi 18). Vamos, que decíamos que teníamos que dar testimonio y no lo dábamos; que había que acoger a los alejados y atraerlos a la Iglesia…, y los acogíamos, pero no los atraíamos. Se iban por donde habían venido una vez que tenían lo que querían, fuese un sacramento o un volante de bautismo; que había que salir a la calle, y no salíamos si no nos quitábamos antes las insignias cristianas; que había que evangelizar nuestro ambiente y no lo evangelizábamos. Los jóvenes, ellos eran la gran esperanza, pero una vez que acababan la confirmación no les veías más el pelo. Si te los encontrabas años después no parecía que hubiesen tenido muchos encuentros personales con Jesucristo. En las parroquias siempre los mismos, cada vez más mayores y algo de gente que pasa y no se queda. Poca renovación. Crecimiento cero, más bien estabamos en recesión, como se dice ahora.
 
Y todo esto no era por falta de celo, ni de creatividad. Lo intentábamos todo y poníamos toda la ilusión y esfuerzos del mundo. Es verdad que los movimientos de la Iglesia y otras instituciones si tenían mucho fruto lo cual despertaba en nosotros celotipias y sospechas. ¿Qué es lo que nos pasaba? Como en las parroquias no hacíamos lo mismo decíamos que nos quitaban a la gente. En todo caso se los quitarían a Jesucristo que es el Señor, no nosotros. Pero no, muchos han sido ganados para Cristo y la Iglesia en estos años fuera de las parroquias.
 
Yo me he pasado 14 años de sacerdote de parroquia buscando la panacea de la evangelización y no la he encontrado del todo. Hasta que…
 
...tuve mi conversión pastoral
 
Continuará…