Preguntas en torno al amor son la base de una entrevista a una joven que, cuando se le interroga sobre el amor de Dios, no da rodeos en su contestación: "no siento el amor de Dios a causa del divorcio de mis padres".
 
La timidez de Hanna no condiciona la sinceridad de sus respuestas. Y no deja de llamar la atención precisamente la relación entre sentirse amado por Dios y la separación de sus padres: "estaban destinados a amarse... Es el dolor más grande que he sentido. El amor incondicional de Dios es algo que me cuesta. Sé que es real pero no puedo sentirlo".
 
Hay una percepción natural de una hija que sabe que quien dice matrimonio es lo mismo que quien dice "para siempre", que quien dice matrimonio dice familia y en consecuencia amor y seguridad.
 
"Algún día voy a aprender a amar y a ser amada porque creo que mientras haya otro día todavía hay esperanza de que eso todavía suceda", dice Hanna en otro momento del video. Afirmación que me hizo recordar la imagen inicial que acompaña esta entrada.
 
Este video testimonio podría recordar a quienes piensan separarse que el divorcio no es cosa de dos sino de una familia entera. Como se ve, las consecuencias también abarcan a los hijos.


***

LinkNewsAgency en Twitter: .
En hablo de fe y social media, periodismo y tecnologías de la información y de la comunicación aplicadas a la religión.
En Facebook: .
Blog personal independiente: .
Evagelidigitalización:
+.