Avisos previos al EVANGELIO:

(Retiros pendientes de apertura de inscripciones. Informaremos más adelante)
Para ver más pincha aquí: https://wp.me/P6AdRz-D1

EVANGELIO

El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 19, 1-10

En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.
En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo:
«Zaqueo, data prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa».
Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo:
«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».
Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor:
«Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más».
Jesús le dijo:
«Hoy ha sido la salvación de esta casa; pues también éste es hijo de Abrahán.
Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».

Palabra del Señor.

La reparación.

Hoy centro mi atención en la reparación de Zaqueo, que hace que Jesús sentencie su actitud como lo que ha sido la reparación de esta casa. Muchas veces ofendo, la mayoría pido perdón, pero ¿cuántas veces reparo el daño causado? Si he provocado un dolor, si he defraudado a mi esposo, que bien vendría restituirle cuatro veces más para sanar la herida que le he provocado.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Javier: Esposa, ayer te ofendí despreciando tu trabajo. Te pedí perdón y me perdonaste, pero hoy quiero reparar: Quiero decirte que te quiero mucho y eres muy importante para mí, y te echo de menos. Muy buena la más buena que conozco, estás enamorada del Señor y eso también te dignifica, eres trabajadora, eres muy buena madre, haces muchos sacrificios por amor y por mejorar, eres coherente, eres sincera, eres libre para proclamar la verdad, cariñosa, caritativa, detallista... Te necesito mucho y no soporto sentirte lejos. Me gustaría que cenaras conmigo esta noche.
Clara: Me has hecho llorar. Me encantará cenar esta noche contigo, con el amor de mi vida, con quien más me gusta estar de todo el mundo y a quien más amo. Mi vida sin ti es triste, vacía porque tú lo eres todo para mí. Te admiro en tu entrega, firmeza, hacerte pequeño para buscar A Dios, tu sacrificio silencioso, me encanta que eres cariñoso...
Jesús: Hoy ha sido la salvación de esta casa…

Madre,

Hay que apostar por amar de verdad, y emplearse a fondo cada vez que hacemos daño. Tenemos mucho poder sanador, porque por el Sacramento, el Señor nos lo ha dado. Alabado sea Dios.