Argentina se acerca dramáticamente a la votación que tendrá lugar en el Senado este miércoles sobre la ley que establece el derecho al aborto. El sábado, cientos de miles de personas se manifestaron en Buenos Aires contra la ley, convocados por comunidades evangélicas, en una última muestra del rechazo popular mayoritario a una ley que no estaba en el programa del presidente Mauricio Macri, pero que éste introdujo sorprensivamente en el calendario de sesiones de las cámaras parlamentarias.
Para implorar a Dios que ilumine a los senadores de cuyo voto depende la aprobación o rechazo de la ley, el obispo castrense, Santiago Olivera, ha convocado a los miembros de las Fuerzas Armadas y de Seguridad a una sucesión ininterrumpida de misas durante las veinticuatro horas que precederán a ese momento.
La iniciativa concluirá con una Misa por la Vida en la catedral porteña el mismo miércoles, que presidirá el cardenal Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires, y concelebrará el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y obispo de San Isidro, Óscar Ojea.
Monseñor Olivera quiere así "llevar adelante acciones concretas para seguir actuando con la finalidad de hacer una apuesta fuerte por la cultura de la vida y de defender las dos vidas”, la de la madre y la del hijo que lleva en su seno: “Que nuestras autoridades legislativas consideren este elemental derecho humano y su decisión vaya orientada a seguir protegiendo la vida en nuestra nación”, rogó.
También invitó a los capellanes castrenses a organizar tiempos prolongados de Adoración Eucarística para que los fieles puedan participar y unirse a esta intención, y así "desde los cuatro puntos cardinales donde está presente esta Iglesia particular castrense se eleve a Dios la súplica al Padre, unidos a Jesús, con la fuerza del Espíritu Santo”.
El obispo castrense recuerda el mandato del Papa de que "la defensa del inocente que no ha nacido debe ser clara, firme y apasionada".