Los cristianos mexicanos que dieron su vida en el siglo XX en una de las persecuciones religiosas más furibundas de los últimos siglos son ya recordados en su país a través del enorme Santuario de los Mártires, situado en Guadalajara (Jalisco) y que lleva construyéndose desde 2007 tan sólo con los donativos de los fieles y de las empresas de la zona.

Este centro que pretende ser el centro religioso y caritativo de la zona ya está acogiendo importantes celebraciones, como las pasadas ordenaciones de 50 sacerdotes o la más reciente de los tres obispos auxiliares, donde más de 15.000 personas pudieron asistir sentadas.

El grito de los mártires: "¡Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe!"
Religión en Libertad ha hablado sobre la importancia de este santuario con Héctor Castellanos Frank, el coordinador general de la construcción de este importante lugar de culto para los mexicanos.


Héctor Castellanos Frank lleva ya once años al frente de la obra de este enorme santuario

El de los Mártires será uno de los mayores santuarios de América y según Castellanos Frank conformará el “triángulo perfecto” con los otros dos santuarios nacionales que existen en México. Por un lado, la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe y por el otro se encontraba la basílica de Cristo Rey.

“Se crea así un triángulo perfecto: la Virgen, Cristo y los hombres, en este caso los mártires. Y además, todas estas personas a las que está dedicada el santuario murieron siempre diciendo: ‘¡Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe!’”, asegura este ingeniero civil mexicano. 

El fruto de la sangre de los mártires
Los mártires dieron su vida por Cristo y por la Virgen, por lo que este santuario cumple la misión de recordar a aquellos que con su sangre alimentaron la fe del pueblo mexicano. De hecho, la mayor parte de estos mártires eran de Guadalajara o pasaron por esta ciudad durante la persecución de los años 20 del pasado siglo. Hoy en día, recuerda Héctor Castellanos, el seminario de Guadalajara tiene cerca de 1.000 seminaristas y es uno de los más importantes del mundo.

El origen de la construcción tiene una doble vertiente, por un lado por las necesidades de la Diócesis a la hora de realizar actos multitudinarios, y por otro de un deseo de San Juan Pablo II de investigar y dar valor a las víctimas mexicanas de la persecución religiosa.



Del Sínodo diocesano salió la necesidad de un casa de retiro para los sacerdotes enfermos y ancianos y por otro la de disponer un gran auditorio para los grandes eventos de la diócesis, donde en las ordenaciones podían congregarse más de 15.000 personas, lo que obligaba a alquilar el estadio de Jalisco.

Juan Pablo II, en sus distintos viajes a México, quedó muy impresionado con los testimonio de los mártires. Así fue como se impulsaron sus beatificaciones y canonizaciones. Finalmente se unieron estas dos iniciativas y se decidió crear un gran santuario, que pudiera cubrir las necesidades diocesanas, dedicado a los mártires a los que tanto admiraba el Papa polaco.

Un centro espiritual y también de caridad
Son 16,5 hectáreas en el cerro del Tesoro. Y no sólo es un templo con una enorme capacidad sino que además será un centro para la caridad. El coordinador de las obras cuenta que en el santuario estará la sede de Cáritas, el Banco de Alimentos, la casa de sacerdotes ancianos y también un hospital para personas sin recursos. Y según van llegando donativos, van realizándose las obras. No se invertirá un peso que no se tenga.

Héctor Castellanos explica que tanto él como todos los que participan en la construcción “estamos convencidos de toda la derrama espiritual y económica para toda la comunidad que este santuario significará”.
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Las civilizaciones son en buena parte conocidas por sus construcciones. Y este ingeniero cree que el santuario de los mártires reflejará y perpetuará los valores tanto técnicos como espirituales del tiempo presente.



Una construcción que sea también una invitación a la santidad
Para Castellanos Frank, que el lugar esté dedicado a los mártires mexicanos “es un justo reconocimiento a esta sangra inocente que se derramó por vivir su fe. Los valores trascienden en el tiempo. Esos valores no quedaron en el olvido y nos siguen derramando bendiciones. Gran parte de que sigamos teniendo tantas vocaciones en esta zona es gracias a estas vidas ejemplares y al testimonio de fe que dieron de cómo hay valores trascendentes que son más importantes que la vida misma”.

Pincha aquí para hacer un donativo en favor de la construcción del Santuario de los Mártires.

“Confiamos en tener un santuario con instalaciones de primer nivel para dar un buen servicio, y que fomente más esta invitación a la santidad, a vivir la fe cómo lo pide a la Iglesia, y repercutirá en más derramas espirituales y económicas para la zona”, explica.

Para hacerse una idea de las dimensiones del santuario, la estructura ya está acabada y está conformada por tres cúpulas, una de 45 metros, otra de 55 y la más alta de 70 metros, cuyo diámetro es de 100 metros sin que tenga ningún tipo de columna en medio. Ahora toca el turno de los vitrales y vidrieras, y desde el santuario se tendrán las mejores vistas de la ciudad de Guadalajara, lugar especialmente golpeado durante la persecución por la Ley Calles.