En 2013 el Gobierno paraguayo creó la FTC (Fuerza de Tarea Conjunta), una iniciativa para combatir el crimen y especialmente al grupo armado EPP (marxista leninista) en el norte del país, una zona rural y pobre. El EPP ha causado 65 muertos (35 civiles, 19 policías, 11 militares). 

Pasados 5 años, los obispos de la zona piden que se desmantele la FTC y la ley que la apoya, porque es ineficaz y crea más problemas que ventajas.

“Exigimos la derogación inmediata de la ley 5036/13 que crea la Fuerza de Tarea Conjunta y la búsqueda de una solución más eficaz que garantice el respeto de la dignidad humana”, expresa un comunicado firmado por el "Clero del Norte", que incluye a obispos, sacerdotes y diáconos de cinco diócesis o vicariatos: Concepción, Benjamín Aceval, San Pedro Apóstol y de los Vicariatos Apostólico del Chaco y del Pilcomayo.

(Puede leerse el comunicado íntegro en la web de Caritas Paraguay).


La nota eclesial afirma: "asistimos con dolor a las noticias de los rehenes muertos y de otros cuya suerte está en la incertidumbre y desconfianza, la muerte de campesinos, policías y militares, el ambiente de zozobra y miedo en varias comunidades".

"Lamentamos la decisión de la FTC que ha cerrado las puertas del diálogo en la búsqueda de soluciones con la Pastoral Social. Exigimos la derogación inmediata de la Ley 5036/13 que crea la Fuerza de Tarea Conjunta y la búsqueda de una solución más eficaz que garantice el respeto de la dignidad humana. Repudiamos todo tipo de violencia de los distintos grupos armados ilegales establecidos en el Norte: (llámese EPP, PCC, Ejército del Mariscal López, ACA, ACCA, narcotráfico, tráfico de armas, matones de estancias...). 

En el comunicado también expresan su solidaridad con las familias de víctimas recientes, Edelio Morínigo y Félix Urbieta, como a las demás víctimas del secuestro, como "también a los obispos de Concepción y San Pedro, quienes conocen las penurias de la población y los atropellos del que son víctimas por parte de los propios organismos de seguridad".




“Vemos con preocupación en el norte de nuestro país, los abusos y atropellos de poderes del Estado contra la dignidad de la persona y sus derechos humanos, haciendo caso omiso de las garantías constitucionales de un Estado de Derecho, a través de la presencia de la Fuerza de Tarea Conjunta FTC, que utiliza la Fuerza Pública en forma desmedida, atropellando los hogares y destruyendo sus humildes pertenencias; realizando intervenciones con detenciones irregulares, torturas, extorsiones, acoso sexual, maltratos físicos y psicológicos…”.



Gabriel Escobar, salesiano, obispo del Chaco, en Paraguay

El obispo del Chaco, el salesiano Gabriel Escobar, detalla que a los 5 años de su creación, no se ven resultados positivos. Si no se reestructura y no se le brinda los equipos necesarios para la lucha contra los elementos armados del EPP, “entonces no tienen motivo de seguir funcionando". 

Los obispos y clérigos del norte denuncian también la falta de caminos en Alto Paraguay y la deforestación indiscriminada en el Chaco, para uso agrícola y ganadero, generando un desequilibrio climático y ecológico que daña a la población más pobre. 


Las Fuerzas Armadas de Paraguay reaccionaron con un comunicado que "lamenta profundamente" las declaraciones de los eclesiásticos. Para las Fuerzas Armadas, el clero utilizó "expresiones nada felices, que inducen a criminalizar a las fuerzas legales y victimizar a los terroristas que integran esta infame banda". Los militares sostienen que las operaciones de la FTC respetan plenamente los derechos humanos, protegen a la ciudadanía indefensa y pretenden devolver la tranquilidad "en esa hermosa zona del país". Cuestionan que haya "una cierta atonía moral que le permite creer a la gente que la responsabilidad de lo que está ocurriendo en el norte compete exclusivamente a la FTC". 

El general Ramón Benítez, que durante 9 meses fue comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) en 2014-2015 (y se presenta a las elecciones presidenciales), denuncia que las autoridades no tienen un interés real por eliminar al EPP. "No es solo la FTC la que tiene que (...) No solo con balas o enfrentamientos se puede solucionar eso; (las autoridades) no tienen interés en eliminar esto”, aseveró. Con tecnología, dijo, pueden fácilmente localizar los campamentos del EPP y finalmente acabar con el grupo. “Si realmente la inteligencia de la Policía ha detectado el lugar exacto, el lugar probable de estos criminales, eso se podía corroborar fácilmente si se hubiera tenido tecnología”, señaló.