Óscar Vicente Ojea, de 71 años, obispo de San Isidro (diócesis de 1,2 millones de habitantes), ha sido elegido como nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA, www.episcopado.org) para el trienio 2017-2020.

El cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires, será el vicepresidente primero, y Marcelo Daniel Colombo, obispo de La Rioja, el vicepresidente segundo. El obispo de Chascomús, Carlos Humberto Malfa, fue reelegido como secretario general del episcopado argentino por un segundo trienio. 

La elección de Ojea se realizó en el marco de la 114ª Asamblea Plenaria del Episcopado, que hasta el sábado se desarrolla en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera, de la localidad bonaerense de Pilar. 

 
Ojea estudió Teología en la Pontificia Universidad Católica Argentina, fue párroco en Buenos Aires entre 1973 y el año 2000, asesor diocesano del Movimiento Familiar Cristiano, obispo auxiliar de Buenos Aires desde 2006 (ordenado por quien hoy es el Papa Francisco), obispo coadjutor en San Isidro desde 2009 y obispo de esta diócesis desde diciembre de 2011. 

Argentina tiene casi 44 millones de habitantes, de los que un 75% se declaran católicos (datos UCA de noviembre de 2013). La Iglesia Católica cuenta con 61 diócesis de rito latino, 4 prelaturas que son territorios de misión, 5 circunscripciones de ritos orientales y un obispado castrense.  
Carlos H. Malfa, obispo de Chascomús, que repite como Secretario General de la Conferencia Episcopal Argentina, explica cómo funciona este órgano