Del 1 al 3 de diciembre se celebra este año en Bogotá (Colombia) un "Encuentro de Católicos con Responsabilidades Políticas", convocado por la Pontificia Comisión para América Latina (CAL, www.americalatina.va) y el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM, www.celam.org).

Dirigen el encuentro los presidentes de ambos organismos, el cardenal Marc Ouellet, canadiense que vivió muchos años en Colombia y preside la CAL, y el cardenal Rubén Salazar, que además de presidir el CELAM es el anfitrión como arzobispo de Bogotá

En el documento de preparación del encuentro se recuerda una frase del Papa Francisco en Evangelii Gadium, 205: “Que a los políticos les duela de verdad, la sociedad, el pueblo y la vida de los pobres”.



Que la Iglesia escuche a los políticos católicos
El objetivo que se proponen los organizadores es lograr un “intercambio de experiencias, testimonios y reflexiones sobre la experiencia de los laicos católicos que asumen responsabilidades políticas al servicio de los pueblos latinoamericanos y convocados en sede eclesial.”

“Se trata indican los objetivos específicos del documento, de “poner a la Iglesia, y en especial a sus pastores, en actitud de escucha ante las situaciones y necesidades que viven los católicos con responsabilidades políticas”. 

Se ha invitado a varios católicos que ejercen o han ejercido responsabilidades en el ámbito político de los países latinoamericanos y caribeños. Se busca “encontrar modalidades para acompañarlos, sostenerlos y alimentarlos en ese compromiso”.

Vida, familia y retos sociales
Uno de los principales criterios de la planificación del encuentro indica que, a la luz de tener presente la contribución de los católicos en la vida pública, en el cuadro del diálogo democrático y el pluralismo político y a la luz del planteo de la inculturación de la doctrina social de la Iglesia en el contexto latinoamericano y bajo el impacto de las interpelaciones y las enseñanzas del primer Papa latinoamericano, “se puedan afrontar los desafíos fundamentales de la identidad, unidad e integración latinoamericanas, de la custodia de la vida, del matrimonio y la familia, de la importancia de la educación, del crecimiento económico con justicia y equidad, de la inclusión de los sectores marginados y “descartados”, de las políticas hacia un pleno empleo, de la rehabilitación de la dignidad de la política, de promover la participación popular, del cuidado de la casa común, del combate contra el narcotráfico y de todo tipo de adicciones, corrupciones y violencias, así como de la construcción de la paz”.