Este martes a las 13:15 (hora local) México volvió a ser víctima de un nuevo terremoto de 7,1 grados en la escala Ritcher que ha dejado hasta el momento en el país 217 muertos, entre ellos 32 niños, después de que se derrumbara la escuela en la que se encontraban. Además, hay 700 heridos, de los que 400 están en estado grave.

Ante la grave situación, los obispos de México han emitido un comunicado a través de la Conferencia Episcopal en el que piden que “hoy más que nunca invitamos al Pueblo de Dios, a unirse en solidaridad por nuestros hermanos que están padeciendo las diferentes calamidades que han azotado nuestro país”.

“Una vez más, estamos siendo testigos de la solidaridad del pueblo de México, que ve en el que sufre a su hermano. Miles de manos han formado cadenas de vida, para rescatar, alimentar, o poner su granito de arena ante estas emergencias”, agrega el texto.
 

El Papa Francisco también ha querido mandar su oración y ánimo a los mexicanos tras el terremoto. Lo ha hecho durante la audiencia pública que celebró en la plaza de San Pedro.
 
“En este momento de dolor quiero manifestar mi cercanía y oración a toda la querida población mexicana”,
señaló el Santo Padre tras pronunciar su catequesis.

Francisco también invitó a rezar por los damnificados. “Elevemos todos juntos nuestra plegaria a Dios para que acoja en su seno a los que han perdido la vida, conforte a los heridos, sus familiares y a todos los damnificados".

"Pidamos también por todo el personal de servicio y de socorro que presta su ayuda a todas las personas afectadas, y que nuestra madre, la Virgen de Guadalupe, esté cerca de la querida nación mexicana”, exhortó el Pontífice.