Unos criminales secuestraron y asesinaron este lunes 19 de septiembre a dos sacerdotes, Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Juárez de la Cruz, en la localidad de Poza Rica, en el estado mexicano de Veracruz.

Fueron secuestrados junto con su conductor en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima de Poza Rica. Más adelante, los secuestradores dejaron marchar al chófer.

Los atacantes, cinco hombres armados, habían entrado en la parroquia con violencia. Los parroquianos que llegaron al día siguiente encontraron destrozos y sangre en la cocina y en otras dependencias, señales de gran violencia. El motivo del ataque era el robo: golpearon la caja fuerte hasta lograr abrirla.

Las autoridades descubrieron horas después los cuerpos sin vida de los sacerdotes en la carretera entre Poza Rica y Papantla. 

La prensa local informa de que en la zona hay una fuerte presencia del crimen organizado y que la Policía está investigando el caso.




Los obispos de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), expresaron “sus condolencias, cercanía y oración” por el asesinato de los presbíteros, con un comunicado enviado al obispo de Papantla,  José Trinidad Zapata Ortiz.

“Externamos nuestro dolor e indignación ante la violencia ejercida contra ellos”, señalan los prelados y afirman que “en estos momentos de dolor, impotencia y tragedia provocada por la violencia, elevamos nuestra plegaria al cielo por el eterno descanso de estos hermanos nuestros”.

La CEM implora también “al Señor la conversión de sus agresores; de la autoridad esperamos el esclarecimiento de los hechos y la aplicación de la justicia contra los responsables”.

“Rogamos al Señor bendiga nuestra amada Patria, y pedimos la intercesión de Santa María de Guadalupe Reina de la Paz, para que unidos busquemos la integridad y el progreso de nuestro pueblo”, concluye el texto.

La diócesis de Papantla elevó sus oraciones “por el eterno descanso de las almas (de los sacerdotes) y nos unimos en oración como Iglesia, para que Cristo Rey de Paz traiga concordia a nuestra patria”.


Según la información recopilada por la Agencia Fides, durante el año 2015 han sido asesinados en el mundo 22 agentes pastorales (catequistas, sacerdotes, religiosas o religiosos, misioneros laicos). 

Los números muestran que mueren muchos más sacerdotes en el continente americano a manos de delincuentes comunes que clérigos en países de Asia o África a manos de yihadistas o extremistas islámicos.

En 2015, por séptimo año consecutivo, el número más alto de agentes pastorales asesinados se ha registrado en América. Los asesinos son casi siempre criminals comunes.

Del 2000 al 2015, según los datos de Fides, fueron asesinados en el mundo 396 agentes pastorales, de los cuales 5 eran obispos. En 2015 murieron de forma violenta 13 sacerdotes, 4 religiosas y 5 laicos[Listado e informe completo en *.doc en italiano aquí].

En 2015 en América asesinaron a 8 agentes pastorales (7 sacerdotes y 1 religiosa); en África a 5 agentes pastorales (3 sacerdotes, 1 religiosa, 1 laica); en Asia asesinaron a 7 agentes pastorales (1 sacerdote, 2 religiosas, 4 laicos); en Europa fueron asesinados 2 sacerdotes.


México es el país peor parado en las estadísticas. Bajo el título “El riesgo de ser sacerdote en México”, la unidad de investigación del Centro Católico Multimedial (CCM) dio a conocer su informe anual 2014, sobre sacerdotes, religiosos y laicos que perdieron la vida en México a causa de su actividad pastoral y su sentido de absoluta fidelidad a Cristo y a su Iglesia. “Durante los últimos 24 años, fueron perpetrados 47 atentados contra miembros de la Iglesia Católica", explicaba el informe.

La lista de los agentes pastorales que perdieron la vida de modo violento de 1990 a 2014, la encabeza un cardenal, 34 sacerdotes, un diácono, tres religiosos, cinco laicos y una periodista católica.