La lengua guaraní tiene 8 millones de hablantes en Hispanoamérica,

 la mayoría paraguayos, y ahora ya cuenta con un Misal Romano, con traducción oficial de la Iglesia para celebrar la liturgia en este idioma, que comprende el 90% de la población en Paraguay (donde es lengua nacional y oficial junto al español) y que es también lengua oficial en la región argentina de Corrientes.

El guaraní fue la primera lengua indígena americana en alcanzar el estatus de idioma oficial. En la misa en Caacupé en 2015, el Papa Francisco rezó el Padrenuestro en guaraní. 

En realidad, lo que se ha acabado ahora es la traducción, pero falta una revisión por parte de expertos en liturgia.

Traducir el misal al guaraní ha costa 3 años de trabajo. La traducción completa y corregida del misal fue puesta a los pies de la Virgen de Caacupé el pasado 21 de agosto, adelantando el festejo del 22 de agosto, día en que el Paraguay celebra su cultura popular.

El sacerdote jesuita Alberto Luna, que ha coordinado la traducción, ha explicado que el misal surge de “una necesidad de poder celebrar la fe con el pueblo en su idioma nativo”. 

“Así se formó el equipo de trabajo coordinado por la Conferencia Episcopal y la Universidad de los jesuitas, y se concluyó la traducción y la corrección del misal en guaraní”.

“El proyecto tuvo sus dificultades porque se trata de traducción de textos litúrgicos, y hay normas de la iglesia que establecen la manera de proceder en estas traducciones", explica Alberto Luna.

"Hay un documento oficial de la iglesia que se llama Liturgia Auténtica de la Santa Sede, que regula los procedimientos para las traducciones, y hay que trabajar para que las expresiones litúrgicas y teológicas transmitan el contenido en una lengua que, a veces, no encuentra manera de expresar eso”. 

“Por eso el trabajo fue acompañado por personas expertas que ayudaron a hacer un glosario para que las palabras mantengan su contenido teológico y sean al mismo tiempo, comprensibles para la gente que usa el guaraní”.  

La traducción y la corrección es sólo “la primera etapa del trabajo”, dado que la segunda etapa, ya iniciada, consiste en la revisión por parte de los asesores litúrgicos de la CEP, antes de su aprobación final por parte de la Santa Sede. “Un trabajo que va a llevar su tiempo – dice el padre Luna – pero es un trabajo necesario, y estamos en ello”.

Vídeo con letra del Padrenuestro y ritmo reggae para ayudar a aprenderlo, iniciativa de los jesuitas de Paraguay