Numerosas organizaciones cívicas mexicanas, agrupadas en el Frente Nacional por la Familia, han convocado dos grandes manifestaciones para los días 10 y 24 de septiembre para defender la institución familiar ante el proyecto de legalización de las uniones homosexuales impulsado por el presidente Enrique Peña Nieto, y los obispos respaldan esta iniciativa.

El 17 de mayo Peña Nieto anunció desde su cuenta de Twitter que su gobierno promoverá el reconocimiento del “matrimonio” gay. “Firmé iniciativas de reforma para impulsar que el matrimonio igualitario quede plasmado en la Constitución y en el Código Civil Federal”, afirmó.

Sin embargo, su propuesta fue criticada por los obispos y las organizaciones de defensa de la familia, que en diferentes ciudades organizaron manifestaciones públicas para defender el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.


En ese sentido, informa Aciprensa, tras rechazar la intención del gobierno, la Comisión Episcopal de Familia, Adolescentes, Jóvenes, Laicos y Vida publicó el 16 de agosto un comunicado en el que los obispos afirman que “respaldamos y animamos la coalición de grupos que se ha constituido, llamada Frente Nacional por la Familia, y que está convocando y organizando dos marchas o concentraciones masivas para expresar que: ‘el futuro de la humanidad se fragua en el matrimonio y la familia natural’”.

“La primera para el próximo sábado 10 de septiembre en cada uno de los Estados y ciudades grandes; la segunda, el sábado 24 de septiembre en la ciudad de México y con un sentido nacional”, indicó el texto firmado por el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el cardenal José Francisco Robles Ortega.

Por ello, se alentó a los obispos a considerar la forma de respaldar estas iniciativas “mediante la Comisión Diocesana de Familia, así como desde las parroquias, para animar y promover la participación entusiasta y creativa de todas las personas, familias y grupos”, con la posibilidad “de implementar alguna forma de seguimiento-colaboración para otros procesos y eventos con los participantes”.

“También se puede organizar y animar a participar en otras iniciativas de tipo cultural, académico, legislativo y social. De esta manera, en la coyuntura actual de nuestra patria y a nivel internacional, es trascendental compartir, respaldar y dar resonancia social a nuestra convicción en bien del matrimonio, la familia y la vida”, indicó.


Los obispos advirtieron que el llamado “matrimonio igualitario” es solo “una parte de una serie de propuestas legislativas con amplio espectro, unas ya aprobadas y otras en proceso y con consecuencias de un profundo cambio antropológico”.

Se quiere presentar a la ideología de género como “una ‘bandera’ de aceptación” a favor de la diversidad y la no discriminación; “pero lo hace con criterios de verdadera ideología, pues niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer” y “vacía el fundamento antropológico de la familia”, señalaron.

Los obispos recordaron que “debilitar a la familia como sociedad natural fundada en el matrimonio” no favorece a la sociedad, sino que “perjudica la maduración de las personas, el cultivo de los valores comunitarios y el desarrollo ético de las ciudades y de los pueblos”. “Las uniones de hecho entre personas del mismo sexo (…) no pueden equipararse sin más al matrimonio”, expresaron.