El obispo del Vicariato de Esmeraldas, el misionero navarro Eugenio Arellano, sigue enviando información de la situación que se vive en Ecuador tras el terremoto del 16 de abril que causó 659 muertos y 4.600 heridos.

De las 2.400 instituciones educativas en la región de Manabí y Muisne, en la provincia de Esmeraldas, los edificios de más de 560 se vieron afectados.

“El Ministerio de Educación ha suspendido las clases en esta zona de nuestra provincia, con todo el problema que trae ver miles de niños vagando por las tiendas del campamento sin nada que hacer... Estamos dialogando con UNICEF para ver de organizar actividades recreativas, deportivas, culturales y lúdicas”, explica el obispo.

En Esmeraldas, "gracias a Dios, no tuvimos pérdidas de vidas humanas, pero si tuvimos centenares de heridos y miles de familias damnificadas. Las casas y los edificios se desplomaron como castillos de naipes..."

"En un primer momento fue la Iglesia que se ocupó y organizó todo, llevando a las familias a las capillas de las comunidades más cercanas de Muisne y de Chamanga. Más tarde improvisamos albergues muy precarios y luego nos llegó la solidaridad fraterna de casi todas las Diócesis del Ecuador que aportaron decenas de camiones cargados de alimentos, agua y vituallas".

"El gobierno intervino y ahora nos encontramos en la fase de la organización de los albergues o campamentos, de una forma estable, pues dicen que durarán unos 18 meses antes de que la gente pueda ser ayudada a reconstruir sus casas".


El obispo constata que "en la solidaridad fraterna, en el dolor de la gente y en su esperanza hemos sentido la presencia de Dios fuertemente y esto nos ha animado a trabajar ya en procesos de reconstrucción".

Para las comunidades católicas lo más importante ahora es reconstruir el Centro Educativo Católico San Luis Gonzaga, ubicado en la isla de Muisne, que colapsó casi en su totalidad... y la Escuela Católica Mons. Enrique Bartolucci ubicada en Chamanga ("se perdió hasta el terreno donde estaba ubicado, ya que se abrieron grandes grietas").

También la casa de las Misioneras ‘Siervos del Divino Rostro’ y la Iglesia del pueblo de Chamanga, hay que derrumbarlas en su totalidad, pues quedaron afectadas y amenazan de peligro. "En total sin contar la Iglesia y la casa de las Misioneras, nos vemos obligados a reconstruir 31 aulas sin contar baterías sanitarias y oficinas”.

Eugenio Arellano solicita ayuda por esta situación de emergencia, sobre todo para la reconstrucción de los colegios. “El momento que estamos atravesando es muy duro. Pidan a Dios que llene a toda esta Iglesia de su sabiduría y fortaleza. Unidos en la oración”.

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