La semana pasada el mundo ha visto, principalmente por medio de las redes sociales varias fotos y videos que mostraron un campo de batalla entre civiles y la guardia Nacional en Venezuela.

El líder de la oposición, Leopoldo Lopez, ha sido encarcelado, una joven modelo muerta, varios asestinatos, entre otras inumerables atrocidades que se oyen y se escucha de la misma gente por medio del internet.

ZENIT ha entrevistado al presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Diego Padrón Sánchez, arzobispo de Cumaná, que nos ha explicado un poco más de la situación del país.

-Los católicos, como la mayoría de los ciudadanos, están viviendo unos momentos de gran tristeza y angustia. Son testigos, muchos en carne propia, de la violencia asesina y del miedo que ella genera, pero, al mismo tiempo, los católicos tienen fe en los valores humanos y espirituales del pueblo y, sobre todo, fe en que Dios dará su luz a los gobernantes y a los líderes para sacar el país del torbellino en que se encuentra. Por eso, el pueblo católico esta rezando con mucha devoción y confianza.

-La violencia en Venezuela no es un cuento. Son muchísimas las familias que lloran un hijo o un familiar muerto por un atraco. Hace pocos días, dos adolescentes dieron muerte a dos sacerdotes ancianos en una casa religiosa e hirieron gravemente al Superior. No hay guerra civil, pero en 2013 murieron por causa de la violencia casi 25-000 personas en el país.

-Los sacerdotes y obispos estamos al mismo nivel del pueblo. Como todo el pueblo sufrimos la falta de luz, de alimentos y de seguridad personal. Desde las parroquias y comunidades y desde la Conferencia Episcopal los sacerdotes y obispos acompañamos al pueblo y lo animamos a mantener viva la esperanza. Creemos que el pueblo tiene la capacidad y virtud que le permita superar la crisis, que es, ante todo, una crisis de valores.

-Los católicos pedimos al mundo que se convenza que nuestra sociedad sufre. Al Papa Francisco le agradecemos su preocupación por Venezuela y le pedimos que con su palabra y su bendición nos ayude a buscar la reconciliación y La Paz.