El papa Francisco nombró por primera vez en su pontificado 19 nuevos cardenales, de estos 5 corresponden a América Latina y el resto a Asia, África y otras latitudes; algunas designaciones han reflejado su preocupación por los pobres en el mundo.

En Managua, Leopoldo Brenes, obispo de la Arquidiócesis de la capital nicaragüense, uno de los consagrados por Francisco, fue saludado con aplausos en la misa dominical.


“Lo recibo (el nombramiento cardenalicio) no como un honor, sino como un llamado a servir”, dijo Brenes a la entusiasmada feligresía.

Brenes es el segundo cardenal que se nombra en Nicaragua, después de que en 1985 en medio de una guerra civil, el papa Juan Pablo II, eligiera a Miguel Obando como el primer sacerdote centroamericano en ocupar esa distinción.

“Gracias a todos, de manera muy especial, agradecer a nuestro buen Dios, porque se ha fijado en mí, en mi familia, una familia sencilla, desde aquí me escogió como pescador de hombres”, añadió Brenes.




En Río de Janeiro
, el obispo Orani Joao Tempesta, nuevo cardenal, declaró que tomaba la designación como una responsabilidad más.

Francisco hizo su anuncio de los nuevos cardenales el domingo desde la ventana de su estudio vaticano ante la multitud congregada en la Plaza de San Pedro.


Entre los designados de América Latina, América del Norte, el Caribe, Europa, Asia, África y Oceanía, 16 tienen menos de 80 años, por lo que podrían participar en la elección del próximo pontífice, la tarea más importante de los cardenales.

La ceremonia en la que les será otorgado el capelo cardenalicio tendrá lugar el 22 de febrero en el Vaticano. Algunos nombramientos eran previsibles, como el de su nuevo secretario de Estado, el arzobispo italiano Piedro Parolina, y el del alemán Gerhard Ludwig Mueller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.


El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, dijo que la selección de cardenales para Haití y Burkina Faso, que figuran entre las naciones más pobres del mundo, refleja la atención especial de Francisco hacia los desfavorecidos como parte de la misión de la Iglesia.

Entre quienes fueron nombrados “príncipes de la Iglesia”, como se les conoce a los cardenales, figura el arzobispo de Buenos Aires, Mario Aurelio Poli, que sucedió en el cargo a Francisco cuando este fue elegido en marzo como el primer Papa surgido de América Latina.

El Papa también nombró cardenales además del nicaragüense Brenes, y el brasileño Tempesta, a Ricardo Ezzati Andrello, en Santiago de Chile; y Chibly Langlois, en Les Cayes, Haití.

Otros son Andrew Yeom Soo Jung, en Seúl, Corea del Sur, así como el arzobispo de Westminster, en Gran Bretaña, Vincent Nichols.