En Hermosillo, la capital del estado de Sonora (México), una ciudad que tiene unos 800.000 habitantes, se producen más de cien asesinatos al año. En el Estado de Sonora, oscilan entre los 400 y 800 al año. El crecimiento de la violencia criminal en la región corre riesgo de ir acompañado de una mayor violencia por parte de la policía.

Ahora, el arzobispo de Hermosillo, Ruy Rendón Leal, pide a los policías mejorar los protocolos en la medida de lo posible para detener a los delincuentes sin matarlos.

Hizo declaraciones en este sentido después de una polémica actuación policial reciente en la colonia Palo Verde. Gerardo Holguín, un hombre de 27 años, amenazaba con suicidarse con un cuchillo y tres agentes municipales intentaban hacerle desistir. Sus parientes animaban a Gerardo a tirar el cuchillo y dejarse ayudar. En cierto momento, el hombre pareció atacar a los agentes con el cuchillo y estos le dispararon numerosas balas que acabaron con su vida. La policía ya lamentó el incidente en un comunicado y admitió que no se actuó correctamente.

Someter al atacante inmovilizándolo

El arzobispo ha pedido que los policías intenten inmovilizar a la persona. "Entiendo por una parte como actuaron, sin embargo, creo que los policías deben estudiar más a conciencia esos protocolos a seguir para detener a una persona que ha delinquido. No siempre el causarle la muerte es lo mejor", expresó. Dijo comprender que los policías actúen en defensa personal para salvaguardar sus vidas, pero, si hay necesidad de someter al atacante, debe actuarse inmovilizándolos.

El arzobispo Rendón Leal señaló, además, que con los recortes a muchos servicios públicos aumentará la conflictividad social. "Yo viendo esto, preveo que en un futuro, pues va a haber muchas manifestaciones por todos lados, porque no se va a cubrir con la economía que se requiere para salir adelante de cada institución o de cada servicio en la nación", apuntó.