Con motivo de las fiestas de la Virgen millones de mexicanos se han lanzado a la calle, y desde cualquier punto del país han acudido en peregrinación para saludar, rezar y pedir a la virgencita de Guadalupe por todo. También agradecer por todos los favores recibidos durante el último año.

Desde que la Virgen se apareció al indio san Juan Diego en el siglo XVI, México vive y tranpira por su virgencita que ampara a sus hijos. De ahí el gran fervor popular que es transversal en cuanto a razas, posición social o cultural, o zona geográfica. La Virgen de Guadalupe todo lo alcanza. Por eso no llama del todo la atención, en un país tan mariano, que más de seis millones de personas peregrinen desde todo el Estado a pie para ver a la Virgen.