Lunes, 29 de abril de 2024

Religión en Libertad

El final de los Estados Pontificios: ciento cincuenta años de mentiras

El final de los Estados Pontificios: ciento cincuenta años de mentiras
La Porta Pia, defendida heroicamente por los zuavos pontificios, fue asaltada con éxito por los garibaldinos el 20 de septiembre de 1870 para apoderarse de los Estados del Papa.

por Angela Pellicciari

Opinión

Hace ya mucho tiempo, veintidós años para ser exactos, publiqué Risorgimento da riscrivere, un texto que, curiosamente, tuvo mucho éxito. “Curiosamente” es el adverbio exacto. Y no porque considere que los libros que he escrito no sean documentados, serios y por consiguiente merecedores de atención. Sino porque, al vivir en una sociedad invadida hasta en sus más pequeños recovecos por las redes asfixiantes del pensamiento liberal-masónico, era simplemente imposible que tuviese éxito un libro sobre los “hechos” del Risorgimento.

La propia publicación tuvo algo de milagroso: tras haber llamado a todas las puertas, fue necesaria la intervención del Padre Pío para que finalmente Ares se decidiese a publicar el que sería uno de sus más absolutos best sellers.

Esa grieta que hace una veintena de años se abrió durante algún tiempo se fue cerrando meticulosamente de nuevo, y pocos recuerdan ya las historias que he ido contando en muchos libros. Así es la vida. El propio Meeting de Rimini, que tanta resonancia concedió a mis libros sobre el Risorgimento, en los últimos años no solo calla, sino que se ha alineado con la versión habitual, la que reiteró el propio presidente de la República Giorgio Napolitano (2006-2015), acogido con mucha benevolencia por los dirigentes cielinos.

¿Ciento cincuenta años de la toma de Roma? Bajo la presidencia Napolitano, en la época de Gianni Alemanno como alcalde (2008-2013), se restauraron en el Janículo muchos bustos de los protagonistas de la república romana de 1849.

Bustos de personajes del Risorgimento en la colina romana del Janículo [Gianicolo].

¿Qué celebra este evento? Haber puesto fin al poder temporal de los Papas. Dicho en otras palabras: celebrar que ellos creían que mataban la religión católica: “Roma, la santa, la Eterna Roma, ha hablado”, escribe Giuseppe Mazzini en Por la proclamación de la República Romana. ¿Y qué opinaría Roma? “Roma no es de los romanos, Roma es de Italia. Roma es nuestra porque nosotros somos suyos. Roma es del Deber, de la Misión, del Futuro” ¿Y qué pasa con quienes no están de acuerdo? “Los romanos que no lo comprenden no son dignos de tal nombre”.

La libertad que Mazzini y los carbonarios llevaron a los romanos la describe Pío IX en la alocución Quibus, quantisque malorum, escrita durante el exilio en Gaeta, pero también la cuenta el futuro primer ministro Luigi Carlo Farini en Lo stato romano dall’anno 1814 al 1850: “Entre himnos de libertad y deseos de fraternidad, se violaban domicilios y se asaltaban propiedades, se agredía a unos ciudadanos en sus personas y a otros en sus cosas, y las incautaciones de metales preciosos se convertían en carnaza para ladrones y pretexto para robar”.

Y si esto fue el comienzo, el 20 de septiembre de 1870 [fecha de la toma de la Porta Pía que defendía los Estados Pontificios] los masones continuaron su obra con libertad total y absoluta.

Si todavía seguimos vivos en porque Pío IX y todo el pueblo cristiano obedecieron al Evangelio y, al pie de la letra, pusieron la otra mejilla.

Los números del desastre

Dice la historiografía oficial que los Saboya realizaron la unidad de Italia en nombre de la monarquía constitucional y del Estado liberal.

Sucedió exactamente lo contrario. Fueron violados todos los artículos principales del Estatuto, empezando por el primero, que define a la Iglesia apostólica, católica, romana como única religión del Estado:

-se suprimieron todas las órdenes religiosas: a 57.492 personas les fue negada la posibilidad de vivir como libremente habían decidido hacerlo;

-fueron robados todos los bienes de las órdenes religiosas (iglesias, conventos, terrenos, incluidos archivos, bibliotecas, obras de arte y de culto, vestimentas litúrgicas);

-en el momento de la unificación, más de cien diócesis quedaron sin obispo;

 -no hubo libertad de enseñanza alguna;

-no hubo libertad de prensa alguna (fue prohibida incluso la publicación de las encíclicas del Papa);

-se infringió el principio de la inviolabilidad de la propiedad privada;

-en nombre del orden moral recién alumbrado, se obligó a los sacerdotes a cantar el Te Deum y a administrar los sacramentos a los liberales excomulgados; quien no obedeció fue sancionado con fuertes multas y condenado a dos o tres años de cárcel (así lo establecía el código de derecho penal aprobado en 1859 ante la inminencia de la invasión);

-años después de la unificación también fueron suprimidas las 24.000 obras pías.

Consecuencias de la apropiación de los Estados Pontificios

Para justificar la violencia contra el estado pontificio y el Reino de las Dos Sicilias, se impuso una historiografía radicalmente falsa;

 

En "Al Sud", Povia sintetiza, en una bella canción, la historia del Reino de las Dos Sicilias antes y después de su invasión por los garibaldinos, que precedió a la invasión de los Estados Pontificios.

-triunfó el odio hacia la religión católica;

-triunfó el desprecio por nuestra historia y por nuestra identidad (que aún perdura);

-en torno al 1% de la población de fe liberal consiguió un botín enorme a costa de los bienes de la Iglesia, es decir, de toda la población;

-fue enorme la destrucción del patrimonio artístico y cultural;

-el presupuesto del Estado quedó fuera de control (a diferencia de los hábitos virtuosos de los estados preexistentes);

-se impusieron unos impuestos elevadísimos para la época;

-resultaron empobrecidas las capas más pobres de la población;

-la Italia liberal consiguió el primer puesto en población carcelaria: 72.450 detenidos (la relación presos-habitantes era de 138 por cada 100.000 personas en Francia, 107 en Inglaterra, 63 en Bélgica y 270 en Italia);

-se llevó a cabo una gran concentración de la propiedad inmobiliaria, que aumentó un 20% en los primeros veinte años tras la unificación;

-por primera vez en su historia, Italia fue reducida a colonia (económica, cultural, religiosa);

-por primera vez en su historia, el pueblo italiano se vio obligado a emigrar en masa.

Breves "píldoras" de verdad histórica

En este periodo, para pasar el tiempo, me he inventado lo que he denominado Píldoras. Son pequeños vídeos en los que hablo con simplicidad y claridad de las cosas que he escrito. Podéis verlas en mi canal de Youtube. He dedicado hasta 51 al Risorgimento (1, 31 a 35 y 57 a 102). He aquí el primero de la serie:

Artículo publicado en dos partes (una y dos) en La Nuova Bussola Quotidiana.

Traducción de Carmelo López-Arias.

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