La Iglesia y la homosexualidad
Las relaciones entre Iglesia y homosexualidad no son pacíficas. A la hora de abordar esta cuestión es siempre necesario distinguir entre las ideas y las personas, entre las personas y sus actuaciones. Con frecuencia se hacen afirmaciones que, más que responder a la realidad, se utilizan para legitimar procesos, como por ejemplo la de que son numerosos los sacerdotes y consagrados homosexuales.
En el intento de normalización dentro de la Iglesia de la ideología homosexual, y en buena medida de determinadas prácticas, hay que tener en cuenta una reciente y clarificadora intervención del Papa Francisco en un libro conversación con el claretiano Fernando Prado. Su título, La fuerza de la vocación. La vida consagrada hoy (Publicaciones Claretianas). El entrevistador pregunta al Papa qué tiene que decir sobre el hecho de que en la vida consagrada y en el clero haya personas homosexuales. El Papa contesta que “en nuestras sociedades parece incluso que la homosexualidad está de moda y esa mentalidad, de alguna manera, también influye en la vida de la Iglesia”. Y añade el relato de lo que le han contado un obispo y un religioso. Recuerda el Papa que un religioso que fue a hacer la visita canónica a su provincia se encontró con varios religiosos profesos gays. Y cuando se lo contó al Papa, le dijo: «No es tan grave; es tan solo la expresión de un afecto».
La respuesta de Papa a la frase anterior fue la siguiente. Cito para captar el sentido de sus palabras: «Esto es un error. No es solo la expresión de un afecto. En la vida consagrada y en la vida sacerdotal, ese tipo de afectos no tienen cabida. Por eso, la Iglesia recomienda que las personas con esta tendencia arraigada no sean aceptadas al ministerio ni a la vida consagrada. El ministerio o la vida consagrada no es su lugar. A los curas, religiosos y religiosas homosexuales, hay que urgirles a vivir íntegramente el celibato y, sobre todo, que sean exquisitamente responsables, procurando no escandalizar nunca ni a sus comunidades ni al santo pueblo fiel de Dios viviendo una doble vida».
Publicado en ABC.
Otros artículos del autor
- Lo que hacen y no hacen los obispos contra los abusos en España
- María Virgen Madre: una parroquia, escuela de agradecimiento
- Catocomunistas
- Debates dentro del feminismo
- La sintonía entre la Iglesia y el Gobierno
- Un S.O.S. por las monjas de clausura
- Un aplauso para los sacerdotes
- Bautizar el ecologismo
- Despiertan los católicos
- ¿Una España sin sacerdotes?